Un trabajador del puerto galo de Saint Malo procede a desinfectar las ruedas de un camión procedente del Reino Unido.

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España puso ayer en marcha las medidas de prevención de la fiebre aftosa y así el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicaba una Orden de Agricultura en la que se prohíbe la celebración de ferias y subastas ganaderas de rumiantes, porcinos y equinos. La normativa impide también el movimiento de animales vivos, semen, óvulos y embriones de la especie ovina y caprina en todo el territorio nacional hasta el próximo 9 de marzo, para evitar la aparición de la fiebre aftosa.

El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, dijo que esta medida es una «simple inmovilización» de ovinos y caprinos, mientras se hacen los estudios veterinarios necesarios para ver cuáles son las importaciones que pueden venir de terceros países. Apuntó que ya se han verificado todas las importaciones de porcino del Reino Unido y que ahora los servicios veterinarios analizan el resto de las importaciones.

Sobre el posible cierre de la frontera española al porcino británico, Cañete puntualizó que está trabajando coordinadamente con la CE y los servicios veterinarios de los Estados miembros. En cualquier caso, las medidas adoptadas por el Gobierno son calificadas de insuficientes por ganaderos y oposición. El sindicato Unió de Pagesos denunció que el Ejecutivo permita la movilidad de vacas y cerdos y prohiba el de ovejas y cabras. «No tiene sentido parar solo el transporte de ovejas y cabras porque la enfermedad se transmite también a través de las vacas y los cerdos».

ASAJA también criticó que se inmovilice el ganado dentro del territorio nacional mientras que está permitido el comercio intracomunitario, contrasentido que deberá corregir este Departamento. La UPA pidió al Gobierno que «cierre de inmediato las fronteras y controle todos los animales vivos procedentes de la UE», ante el riesgo de fiebre aftosa, y que amplíe «al resto de la cabaña» la inmovilización de ovejas y cabras prevista hasta el 9 de marzo.