Los terneros de las granjas afectadas fueron sacrificados mediante una inyección letal.

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Las siete nuevas vacas que han dado positivo en el análisis de la EEB elevan a 24 el número de reses infectadas en nuestro país. Según la subsecretaria del Ministerio de la Presidencia, Ana María Pastor, estos datos suponen un porcentaje de menos de un uno por mil sobre los tests realizados, por lo que no se puede hablar de epidemia. Una vez más, las explotaciones gallegas están siendo las más afectadas por la crisis, ya que de las seis últimas vacas, cuatro pertenecen a cabañas ganaderas en Lugo, situadas en Barreiros, Castroverde, Meira y Lugo.

Con estas cuatro reses ya son 17 las encontradas en la comunidad autónoma. Según informó la Consellería de Agricultura de la Xunta, las reses identificadas ayer eran de 42'62'67 y 58 meses de edad respectivamente. Las muestras de los cuatro animales fueron analizadas previamente con los test de diagnóstico rápido en el Laboratorio de Sanidad Animal de Lugo. Dichos análisis dieron resultado positivo por lo que, siguiendo la normativa nacional y comunitaria vigente, las muestras fueron enviadas al Centro Nacional de Referencia para su confirmación.

Las otras tres corresponden a una explotación ganadera de Castrejón (Palencia), otra de Menorca y otra en Asturias. Los subsecretarios de Presidencia y Agricultura, Ana Pastor y Manuel Lamela, respectivamente, y el director del Centro Nacional de Referencia, Juan José Badiola, subrayaron que el que haya detección «no debe ser negativo, sino positivo, porque quiere decir que se detectan antes de llegar a la cadena alimentaria».

La carne de vacuno se puede consumir «con toda tranquilidad, porque los controles funcionan», aseguró Badiola, quien indicó que con una incidencia de 1 caso por cada mil vacas analizadas (se han efectuado 25.000 test), no puede hablarse de «epidemia», sino de «incidencia baja, media o alta», un parámetro que no puede «establecerse» en la actualidad. «Habría que esperar a hacer al menos 80.000 test, y que la mayoría se hicieran en Galicia, donde se registran la mayoría de casos, para saber cómo evoluciona la enfermedad»