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El Gobierno desplegó ayer una serie de comparecencias para explicar las medidas adoptadas en esta crisis y así, la ministra de Sanidad, Celia Villalobos, aseguró que el principal objetivo de su departamento es que una crisis veterinaria no se convierta en un problema para la salud humana. En su comparecencia ante la Comisión de Sanidad del Congreso, la ministra aseguró que «estamos ante un problema grave, complejo, con ramificaciones diversas, que afecta "dijo" a un buen número de sectores económicos y que representa un peligro potencial para la salud de los consumidores».

Villalobos denunció que el PSOE ha intentado «sembrar cizaña y dañar al Gobierno», con críticas a sus declaraciones sobre los mataderos clandestinos o el hueso del espinazo, cuando los hechos le están dando la razón. «Mi obligación "insistió" es hacer patente una realidad obvia, que quizás no es políticamente correcta», pero si honesta».

La oposición coincidió en pedir a la ministra más información sobre lo que se debe comer y que se dote al sistema sanitario de medidas específicas para hacer frente a la enfermedad. También el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, dijo que el Gobierno aplicará de forma inmediata la decisión que dicte Bruselas sobre la retirada del espinazo del bovino.

De otra parte, Sanidad anunció la prohibición cautelar del uso del «catgut», una sutura natural poco usada en los hospitales que proviene del ilión del ganado vacuno, considerado material específico de riesgo (MER). Unos 20.000 ganaderos se manifiestan hoy en Madrid en protesta por la falta de ayudas, mientras en Extremadura se detectaba una res sospechosa.