Ayer se celebró una cerimonia castrense en memoria de las víctimas del submarino.

TW
0
VICTORIA LINNIK - RUSIA Los altos cargos civiles y militares que presidieron la ceremonia castrense dedicaron tanto tiempo a preguntarse por las causas del hundimiento como a evocar la catástrofe y el «sacrificio» de los «héroes».

«Todavía no podemos explicar las causas» del hundimiento, afirmó el viceprimer ministro Iliá Klebánov, presidente de la comisión de investigación del accidente. «Debemos aclarar las causas y sacar conclusiones para que no se vuelva a repetir» una tragedia semejante, manifestó el ministro de Defensa, mariscal Igor Serguéyev, como eco a la intervención de Klebánov.

El acto, al que no asistieron ni el presidente Vladímir Putin, ni el primer ministro, Mijaíl Kasiánov, se organizó tras el rescate el pasado miércoles de cuatro cuerpos. Pese a la expectación nacional y a los preparativos oficiales para honrar a las víctimas, sólo transmitió en directo el acto la cadena independiente NTV, considerada hostil por el Kremlin.

Vehículos blindados con los cuatro ataúdes cubiertos por la bandera de la Armada Rusa con la cruz de San Andrés se situaron en la plaza Primórskaya de esta base naval, que estaba repleta de militares, familiares y miles de ciudadanos.

Sólo una hora antes de comenzar la ceremonia, los equipos que trabajan desde hace una semana en el fondo del mar rescataron y subieron a la superficie un número indeterminado de cadáveres.

«Unos cuantos cuerpos más» fueron hallados por los buzos en el interior del submarino y llevados a la plataforma noruega «Regalia» desde donde se dirigen los trabajos, informó el portavoz de la Flota Rusa del Norte, Vladímir Navrotski.