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El abogado norteamericano Peter Raben, que defiende al español Joaquín José Martínez, que fue condenado en Florida a morir en la silla eléctrica, y que está pendiente de un nuevo juicio, manifestó ayer en Palma su optimismo ante esta nueva vista, aunque señaló que no será fácil convencer al jurado de la inocencia de su cliente. «Estoy seguro que el fiscal y la policía harán todo lo posible para que se condene de nuevo a Joaquín». Raban visitó ayer el Colegio de Abogados de Palma acompañado por el diputado Manuel Jaén Palacios, que se entrevistaron con el decano Lorenzo Ros.

El abogado que defiende al preso español que ha logrado salir del «corredor de la muerte» al anular la Corte Suprema el proceso por el que fue condenado, explicó que Joaquín Martínez «no tuvo un juicio justo. La policía presentó pruebas falsas. Manipuló un vídeo y coaccionó a su mujer para que declarara en su contra». Peter Raben explicó que con su visita a España pretende apoyar la campaña iniciada por los padres de Joaquín para recaudar fondos de cara a un nuevo juicio, que se celebrará dentro de seis meses, y que supondrá un gasto de alrededor de 80 millones. «No será fácil defender una acusación de asesinato, porque el jurado tiene una tendencia natural a condenar. Sin embargo, Joaquín es un hombre fuerte y su valor es increíble», señaló su abogado.

Raben reconoció que no le sorprenderá cualquier maniobra de la acusación ante el nuevo juicio, pero que está dispuesto a contraatacar con el testimonio de expertos para que demuestren que la policía manipuló algunas pruebas. «Seguro que el fiscal pescará por las cárceles para que varios convictos declaren en contra de Joaquín a cambio de reducir sus condenas. Seguro que también volverán a seducir a la mujer de mi cliente para que mienta al jurado, porque se trata de una persona inocente y muy influenciable». El abogado se manifestó en contra de la pena de muerte que se aplica en su país, por lo que señaló la importancia de este nuevo juicio para demostrar los «fallos que tiene el sistema por los que muchas personas han sido condenadas injustamente a la silla eléctrica».