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Un equipo de científicos de la Universidad de Beçancon (Francia) ha comprobado que las personas que viven cerca de una incineradora de basuras desarrollan más cánceres que el resto de la población, informó ayer en un comunicado la organización ecologista Greenpeace. El estudio se desarrolló en la localidad de Beçancon, donde se identificaron 75 casos de cáncer en el área más cercana a la incineradora, por la emisión de dioxinas.

El director ejecutivo de Greenpeace España, Xavier Pastor, señaló que «el Gobierno francés, que ha permitido la instalación de más de 250 incineradoras en su territorio, se enfrenta ahora a un grave problema sanitario». En España también existen este tipo de incineradoras y la última en inaugurarse fue la del Plan SOGAMA de la Xunta de Galicia. Además, se prevé la construcción de una central de la compañía Zabalgarbi en Bibao.