Fernández Miranda (izq.) toma posesión como delegado del Gobierno para la Inmigración.

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«Si ETA "afirmó" supone el principal problema de convivencia del siglo XIX, la inmigración representa el de las próximas décadas», y creo, dijo, que es desde el concepto de la convivencia desde el que se debe plantear el acercamiento a este último tema.

Oreja, que hizo estas declaraciones durante el acto de toma de posesión de Enrique Fernández Miranda como delegado del Gobierno para la Extranjería y la Inmigración, indicó, no obstante, que España «tiene una oportunidad histórica» para no cometer los mismos errores en los que han caído algunos países de la UE con la inmigración porque, dijo, «España llega a tiempo».

Tras señalar que hay que aprender que la inmigración no puede ser una arma arrojadiza que divida la sociedad española en izquierdas y derechas, Oreja añadió que «hoy sabemos que existe el efecto llamada», que «sin duda» y entre otras causas la actual Ley de extranjería «ha podido producir». El ministro del Interior defendió por último una actuación política «de prudencia y sensatez», y consideró fundamental la separación de las acciones que lleve a cabo el Estado frente a las mafias y el crimen organizado, por un lado, y con los que hay que ser implacables.

Frente a la inmigración irregular por otro, y con los que dijo hay que ser rigurosos, y finalmente, indicó, frente a los inmigrantes regularizados, como personas sujetas de derechos . Por su parte, el Delegado del Gobierno para la Extranjería y la Inmigración, Enrique Fernández Miranda, destacó en primer lugar la importancia de la coordinación y actuación al unísono de todas las administraciones y organismos ante los temas de la inmigración y de los inmigrantes como sujetos de Derecho .

«Me importa destacar que la política de esta nueva Delegación va dirigida a personas que son seres humanos titulares de derechos humanos», afirmó Fernández Miranda, quien manifestó también que serán «implacables» con las mafias que trafican con los inmigrantes.