TW
0

Representantes de los gobiernos del G8 (los siete países más industrializados y Rusia), y las empresas más importantes del mundo, se reunirán a partir del lunes en París para discutir sobre la criminalidad por Internet, una nueva forma de delincuencia galopante y polifacética. Los expertos son unánimes, tanto desde el punto de vista del desarrollo de esos fenómenos, como en la falta de preparación y la relativa impotencia. El G8 está integrado por Estados Unidos, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, Canadá, Japón y Rusia. Ninguna cifra seria permite cuantificar los despefectos. Durante un reciente congreso sobre el tema realizado en Londres, un especialista de Scotland Yard, David Veness, estimaba que la 'cibercriminalidad' está «en una fuerte expansión». «El fraude financiero vía internet es moneda corriente y el espectro es amplio. Va de los falsos bancos, al lavado de dinero» por parte del crimen organizado, señalaba. Se deben agregar los virus (Melissa, ILOVEYOU) creados por los piratas, a las amenazas terroristas o políticas, como por ejemplo el ingreso en las computadoras de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) durante la guerra en Kosovo. «Nuestra vigilancia para intentar protegernos de los ataques informáticos, e incluso del terrorismo informático, es el precio que debemos pagar para trabajar en el mundo moderno», señalaba en febrero el presidente estadounidense Bill Clinton.