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El magistrado Andrés Martínez Arrieta, ponente de la sentencia del Tribunal Supremo sobre el cumplimiento de penas por los condenados drogadictos, hizo pública ayer una nota en la que afirma que la rehabilitación de este tipo de penados debe valorarse «en cada caso concreto».

Martínez Arrieta señala que la sentencia apunta la posibilidad de que los toxicómanos cumplan la pena en centros de rehabilitación y no en las cárceles, incluidos quienes tienen grave adicción a las drogas, pero que no llegan a constituir eximentes completas o incompletas sino atenuantes, por considerar el tratamiento de deshabituación el único eficaz para recuperar al adicto.

La nota añade que la aplicación de esas medidas de seguridad para situaciones de grave adicción, pero que no presenten la intensidad de una eximente, requiere unas previsiones de aplicación específicas.

«En este sentido "dice la sentencia", la resolución judicial debe valorar el cumplimiento de las finalidades de la pena, retribución, prevención general y especial, y las posibilidades, y garantías, de rehabilitación en cada caso concreto».

Para aplicar la alternativa del centro de rehabilitación a la prisión para los toxicómanos que deben cumplir penas de cárcel será preciso un proceso contradictorio, es decir, en el que expondrán su postura la Fiscalía y las otras partes, que partirá de la voluntariedad del penado para ser sometido al tratamiento.