La Iglesia anglicana desea que el príncipe Carlos formalice su relación con Camilla

Carey, el líder espiritual de la Iglesia Anglicana, que cuenta con 70 millones de fieles en todo el mundo, favorece al parecer que la pareja se case en una ceremonia civil y que después reciba la bendición de la Iglesia, según un artículo publicado por el periódico dominical londinense Sunday Times.

«Incluso una boda con una ceremonia civil, seguida por un servicio religioso de dedicación sería preferible que la situación actual», dijo un obispo de la Iglesia Anglicana al diario. Otra fuente dijo: «Sería intolerable para la Iglesia sea gobernada por alguien que ha elegido la cohabitación, en lugar del matrimonio». La monarquía británica gobierna a la Iglesia en Inglaterra y Carlos es el heredero al trono de la nación europea.

Actualmente existen propuestas en Gran Bretaña para permitir que los divorciados puedan casarse ante la Iglesia, pero los cónyuges que jugaron un papel decisivo en la ruptura de su matrimonio podrían no ser elegibles, incluso si las propuestas son aprobadas. Bajo estas regulaciones religiosas, Carlos, quien se divorció de la princesa Diana de Gales antes de que ésta falleciera en 1997 en un accidente de tránsito en París, permanecería siendo inelegible para una boda ante la Iglesia debido a que en el matrimonio hubo adulterio.