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Un total de 300.000 menores de edad participan actualmente en los 38 conclictos bélicos que se desarrollan en el mundo y 800.000 sufren las heridas de la guerra, declaró ayer el representante especial del secretario de Naciones Unidas para la Infancia y Conflictos Armados, Olara Otunnu. En la presentación en Madrid de la campaña bajo el lema «La guerra no es un juego de niños», Otunnu resaltó que actualmente el 90% de las muertes que se producen en los conflictos armados son civiles, y la mitad de ellas son mujeres y niños. Esta cifra contrasta con la que se alcanzaba en la Primera Guerra Mundial, donde el número de fallecidos civiles sólo fue del 5 por ciento.

Por esta razón, para evitar que los niños sean víctimas de estos conflictos bélicos, Otunnu propuso que los ejércitos y guerrillas no tengan como objetivo la población civil, la no interferencia en la ayuda humanitaria, la no utilización de minas y el no reclutamiento de menores en los conflictos. Asimismo, un total de 2 millones de niños han muerto en los últimos diez años de conflictos armados, 6 millones han sufrido heridas y 12 millones han quedado desamparados, según expuso Otunnu. El respresentante de Naciones Unidas añadió que un millón de niños son huérfanos por motivos bélicos y un millón han sufrido abusos sexuales en los últimos diez años de conflictos.

Estas cifras han llevado a la creación de esta camapaña, que tiene como objetivo sensibilizar a la opinión pública e involucrar a los niños españoles, para que aporten medidas para evitar que los menores participen activamente en las guerras. El presidente de la Cruz Roja manifestó «la alarmante realidad de los niños que sufren la guerra y la necesidad de que ésta sea conocida y de trabajar para evitarla».