El Parlamento holandés abolió por mayoría la ley que prohibía la
existencia de burdeles en el país donde la prostitución está
permitida. En Holanda hay aproximadamente 2.000 burdeles y 25.000
prostitutas que, según los legisladores, serán las primeras en
beneficiarse de la reforma.
Con la abolición de la ley de 1911 se espera ejercer un mayor
control sobre las inmigrantes ilegales, el tráfico de menores, la
explotación de las mujeres y las condiciones laborales y sanitarias
de las prostitutas.
A partir de ahora, los prostíbulos serán controlados por los
ayuntamientos y serán sometidos a revisiones periódicas.
La Asociación de prostitutas más importante del país, «El Hilo
Rojo», reaccionó positivamente al cambio legislativo, por
considerar que garantizará la independencia para elegir al cliente,
el precio y el tipo de servicios.
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