El grupo de trabajo de la Comisión de Selectividad estudiará en su
próxima reunión, prevista para finales de septiembre o principios
de octubre, el planteamiento de implantar una reválida de acceso a
la Universidad.
Según explicó Antonio Peiró, secretario de la Comisión de
Selectividad y Acceso, todavía no hay ninguna postura oficial ni
informes para implantar una reválida o prueba de madurez, aunque
subrayó que se trata de una posibilidad que podría ser efectiva en
tres o cuatro años.
Peiró precisó que la selectividad ya no se plantea como una
prueba de conocimiento sino que se ha convertido en «algo
distinto», motivo por el que se está planteando la posibilidad de
dividir la selectividad en una prueba de madurez estricta semejante
a la reválida y en otra con cuestiones más relacionadas con la
carrera que se elija, aunque insistió en que «no es una propuesta
en firme».
La diputada socialista Clementina Díez de Baldeón manifestó la
oposición de su partido a la propuesta de reimplantar la reválida
para endurecer el ingreso en la universidad, ya que esta prueba,
que nació en el siglo XIX y desapareció en 1970, está «muerta y
enterrada» desde entonces.
El PP también expresó su oposición a la idea de los rectores de
reimplantar la reválida, siempre que la propuesta se refiera a «la
reválida de hace años».
El presidente de la Confederación de Asociaciones de Padres de
Alumnos (CEAPA), calificó de «absurda» la propuesta.
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