Aproximadamente un 26 por ciento de la población reclusa de las
cárceles españolas es portadora del virus del sida y de éstos, la
mitad lo adquirieron en su estancia en el régimen penitenciario,
según un estudio presentado ayer por la Asociación Pro Derechos
Humanos.
Este informe, que critica la falta de personal médico y atención
sanitaria en las cárceles, hace referencia a otras enfermedades
graves que se encuentran en los centros penitenciarios como la
hepatitis (padecida por un 17 por ciento); enfermedades pulmonares
(siete por ciento); mentales (6 por ciento).
«No obstante, el sida y todo el abanico de enfermedades
oportunistas que éste engloba es, sin duda, el principal problema
sanitario que se encuentra en las cárceles y si tenemos encuentra
que esta sigue siendo una enfermedad que en ocasiones se oculta,
este porcentaje podría rondar fácilmente a un tercio de la
población reclusa», añade.
Por otra parte, la encuesta realizada por este colectivo (3.312
encuestas en un total de 23 centros penitenciarios) pone de
manifiesto que la dotación de personal médico, ATS y auxiliares es
«escasísima, por lo general, en todas las prisiones, hecho que no
lo manifiestan los presos, sino también los propios profesionales»,
subraya.
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