TW
0

Los 280 inmigrantes rumanos acampados en las afueras de Madrid permanecerán en la ciudad, al menos durante tres meses, distribuidos en cinco campamentos provisionales, según acordaron ayer representantes del Gobierno, la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid.

Tras la reunión, que duró tres horas, el delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Pedro Núñez Morgades, explicó que estos campamentos se levantarán en cinco lugares distintos y se acogerá en cada uno a las 50 ó 70 personas que componen los clanes familiares en que se agrupan estos inmigrantes.

Núñez Morgades aseguró que las Administraciones no tienen «una respuesta eficaz y humana para responder a cómo evitar nuevos asentamientos», al tiempo que dijo que «el fenómeno de la inmigración es positivo en todo como factor de riqueza y reequilibrio de las economías europeas». El delegado afirmó que los campamentos estarán formados por tiendas de campaña y dotados de letrinas, duchas y cocinas, y serán levantados por la Comunidad de Madrid en los lugares que se decida en una nueva reunión, a propuesta de la Delegación y el Ayuntamiento.

Esta medida fue propuesta a las tres administraciones por las organizaciones no gubernamentales que han trabajado con los inmigrantes rumanos en los últimos meses, y que aconsejaron no llevarles a centros de acogida, albergues o pisos, porque allí no se adaptarían. Una vez transcurridos tres meses en los campamentos, las autoridades competentes estudiarían la situación legal de los ciudadanos rumanos que hayan demostrado capacidad de integración en la sociedad, para lo que se tendrán en cuenta actitudes como la asistencia a cursos de español y la escolarización y el cuidado de los hijos.