Jaime Mayor Oreja manifestó que las investigaciones deben llegar hasta el final.

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La Dirección General de la Policía ha decidido suspender de empleo y sueldo a los dos agentes encargados de la vigilancia de los calabozos donde estaba la mujer brasileña que fue violada en las dependencias de la Jefatura Superior de Policía de Bilbao el 29 de agosto de 1995.

Según un comunicado emitido ayer por la Dirección General, se ha tenido en cuenta que desde el lugar donde prestaban servicio los dos agentes, éstos «debieron tener contacto visual con el agresor», por lo que «infringieron de manera grave, no sólo los deberes de custodia sino los de colaboración en la investigación de los hechos e identificación del autor de la agresión sexual».

La Policía explica que la suspensión cautelar se realiza «teniendo en cuenta el relato de los hechos y fundamentación jurídica de ambas resoluciones judiciales en las que consta que a la hora en que los dos agentes prestaban servicio de custodia en los calabozos, accedió a estos un tercer policía, sin que, por parte de los funcionarios suspendidos identificaran al citado policía, ni se informara a la superioridad de la visita de esta persona al lugar en el que estaba arrestada una ciudadana brasileña».

La suspensión responde al examen que la Unidad de Régimen Disciplinarios de la Dirección General ha realizado del contenido de la sentencia del caso de la Audiencia Provincial de Vizcaya que en 1998 absolvió al policía Valentín G.G., como autor de la agresión sexual, y a los agentes encargados de la custodia de los calabozos José Luis F.R y Arturo S.P, y que el pasado mes de abril fue ratificada por el Tribunal Supremo. Los policías, a quienes se les instruyó un expediente disciplinario tras el suceso, han sido suspendidos teniendo en cuenta los hechos probados y los fundamentos jurídicos de ambas sentencias.