La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha
detectado un nuevo vertido, aún sin cuantificar, de sustancias
contaminantes al Río Agrio que podría provenir de las instalaciones
mineras de Boliden Apirsa en Aznalcóllar (Sevilla), según
informaron fuentes de este Departamento. En este sentido,
precisaron que el episodio de contaminación se detectó el pasado 5
de abril en una de las supervisiones que se realiza en la zona y
aunque de momento no hay ninguna investigación «concluyente», todo
apunta a que se debe a «filtraciones» procedentes de las
instalaciones mineras de la multinacional sueco-canadiense.
El informe fue remitido a la Confederación Hidrográfica del
Guadalquivir (CHG) y a la Consejería de Trabajo e Industria para
que, como administraciones compententes en materia de aguas y
minas, realicen la investigación al respecto. Así mismo aseguraron
que el informe entró en ambos registros a principios del pasado
mes. Por su parte, el portavoz de Boliden Apirsa, Alejandro de
Antonio, señaló que «no tiene constancia» de que se haya producido
ningún vertido de estas características, al tiempo que aseguró que
el origen de las filtraciones no puede ser la mina porque todavía
no está funcionado la planta de tratamiento salvo, precisó, que se
haya roto la balsa siniestrada el 25 de abril de 1998 y en ese caso
«lo sabriamos», concluyó.
Por otro lado, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía
aprobó un acuerdo por el que se aprueban las actuaciones necesarias
para la ejecución del proyecto del 'corredor verde' en la zona
afectada por el vertido tóxico de las minas de Aznalcóllar
(Sevilla) y se declaran los terrenos de urgente ocupación a efectos
de expropiación forzosa, para lo que ha autorizado un gasto de
8.785 millones de pesetas. El objetivo del Gobierno es emprender la
restauración morfológica y corrección de la erosión de la zona, así
como para afrontar la descontaminación, plantación y dotación de
equipamiento público del pasillo ecológico.
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