Una berlina con gran dosis de deportividad. | Miquel Àngel Llabrés

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Alfa Romeo empieza su particular «reconquista» con el lanzamiento del nuevo Giulia, un vehículo que rompe moldes y que conjuga perfectamente la comodidad de las mejores berlinas con un comportamiento deportivo propio de la marca italiana, que se refrenda con la posibilidad de adquirirlo con un propulsor de gasolina de 510 Cv de potencia, opción por la que han optado algunas unidades de la policía italiana.

La marca italiana parecía un poco hibernada, ya que últimamente sólo había puesto a la venta el Spider 4C, que es un modelo precioso y muy «divertido» en carretera.

Parece ser que la mítica firma italiana en poco tiempo va a relanzar su gama, empezando por el Mito y siguiendo por el Giulieta, que son dos modelos más que válidos para continuar «luchando» en sus respectivos segmentos, eso sí, en igualdad de condiciones.

El Alfa Romeo Giulia es un modelo que, cualitativamente, ha mejorado en prácticamente todos los aspectos, empezando por la habitabilidad y la calidad de los materiales utilizados y acabando por el dinamismo, que viene acompañado por una posición de conducción idónea al ir sentado bastante abajo. Podríamos decir que puede posicionarse al lado de modelos de las marcas premium más reconocidas.

La parte delantera se caracteriza por su agresividad de líneas, con unos faros bastante rasgados y con una parrilla en forma de V, característica de los últimos modelos de la marca y que le acaba de proporcionar este aspecto agresivo.

La parte posterior es también muy deportiva, ya que cuenta con un aspecto muy robusto, con unos faros modernos, que son diferentes de los modelos que le han precedido en el tiempo.

MOTOR
El propulsor que hemos probado es el 2.2 diésel de 4 cilindros de 180 CV de potencia. Cuando parece que la mayoría de marcas está tendiendo a bajar cilindrada, la marca italiana sigue apostando por propulsores de mayor cilindrada, filosofía que no le va nada mal, la verdad.

Este propulsor tiene unas prestaciones impresionantes, que vienen auspiciadas por su cifra de par, de 380 Nm a 1.500 rpm, que proporciona una subida de vueltas desde abajo impresionante.

Nos ha sorprendido la posibilidad que ofrece para elegir entre tres niveles de conducción: Deportivo, Normal y Ecológico. No nos ha sorprendido que los tuviera, lo que nos ha llamado la atención es que conduciendo el vehículo en la versión más ecológica cuesta mucho hacerlo subir de vueltas, con lo que contiene de forma muy clara el consumo. Otros vehículos como los BMW, conduciéndolos en modo ECO no retienen tanto el motor y permiten acelerar para adelantar tranquilamente por carretera.

CONSUMO
Los 230 Km/h de velocidad máxima o los 7,2 segundos que tarda para ponerse de 0 a 100 Km/h son dos claros ejemples de que se trata de un vehículo con pretensiones de Gran Turismo. El consumo también es muy bajo; la marca anuncia 4,2 litros a los 100 Km y nosotros hemos conseguido obtener 5,8 a ritmo bastante alto.
En carretera, gracias a una dirección muy directa, se comporta de forma agresiva, aunque no pierde en ningún momento las «manos» y se mantiene en la trazada sin esfuerzo. El paso por curva es muy bueno.

INTERIOR
El interior sorprende a simple vista, tanto por sus acabados de gran calidad como por la disposición de los elementos. La consola central viene rematada por una pantalla de grandes dimensiones, no táctil, que la sitúa de nuevo al lado de la marca bávara BMW, ya que la filosofía y el manejo se parecen mucho.

La habitabilidad es otro de sus grandes alicientes, con un gran espacio para los tres posibles pasajeros de las plazas posteriores, que tienen un gran espacio para las piernas, aunque van sentados bastante abajo, cosa que también sucede con el conductor.