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Miquel Fiol Martí tenía 31 años cuando fue apresado el 12 de agosto de 1936 en su casa de Alaró, en la calle del Camp Roig. Tenía esposa y dos hijos pequeños, uno de los cuales, Rafel, falleció hace seis meses a los 90 años de edad, repitiéndose una pregunta que lo ha acompañado a lo largo de su longeva vida: «¿Dónde está mi padre? quisiera que me enterraran en la misma fosa común con él».

Los restos de Miquel Fiol Martí nunca han sido hallados, pero este domingo, sus nietos, Miquel y Teófilo, han colocado ante el portal de la casa familiar donde fue detenido una «piedra de la memoria» con el nombre y las fechas clave en la breve vida de su abuelo. «Es la triste historia de una familia de Alaró destruida por la represión franquista hasta el punto de que su descendientes hemos tardado cincuenta años en saber que teníamos familia en Alaró y en conocernos mútuamente».

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Su nieto Miquel contó, con gran emoción, que su abuela, como otras viudas de los represaliados, tuvo que dejar el pueblo ante el desprecio de la sociedad hacia ellas y la falta de recursos para mantener a la familia «porque tardaron 15 años en reconocerle la viudedad y poder tener un mínimo subsidio» ha señalado. Con sus hijos, Antònia Bibiloni se trasladó a Palma para servir en casa de los señores de Son Fortesa y jamás volvió a Alaró ni a tener contacto con nadie del pueblo.

Piedra de la memoria en recuerdo a Miquel Fiol Martí en Alaró

El acto de homenaje de este domingo ha contado con la presencia del alcalde de Alaró, Llorenç Perelló; de la directora de Relaciones Institucionales del Govern, Francisca Ramis, y de la presidenta de Memòria de Mallorca, Maria Antònia Oliver, además de los represenantes socialistas Javier de Juan, Mercedes Garrido, el ex director general de Memoria Democràtica, Marc Herrera, y el portavoz socialista en el Ajuntament d'Alaró, Andreu Vidal.

Piedra de la memoria en recuerdo a Miquel Fiol Martí en Alaró
La presidenta de la asociación Memòria de Mallorca, Maria Antònia Oliver, abraza a Miquel Fiol, nieto del homenajeado.

Este reconocimiento está enmarcado en el proyecto Stolpersteine, en cuyo marco también se colocó hace unos meses en Lloseta la piedra de la memoria dedicada a otra víctima del franquismo, Joan Pons Alomar. Oliver ha lamentado tras el homenaje que «hay más de un centenar de piedras de lamemoria solicitadas por familias que esperan poder honrar a sus parientes y en lugar de impulsarlas, el Govern quiere eliminar la ley de memoria democrática».