Los vecinos aseguran que los meses de verano pueden llegar a pasar como mínimo 60 vehículos por este camino rural.

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Llucmajor no se salva del auge de las excursiones de buggies y quads por los parajes rurales de la Isla. Los vecinos de Galdent hace tiempo que sufren sus consecuencias y ayer denunciaron de manera simbólica la proliferación de este tipo de excursiones motorizadas que se realizan sin ningún tipo de control.

Aseguran que este tipo de vehículos no respetan los límites de velocidad por lo que provoca ruido y polvo para los vecinos de Galdent que han visto como los caminos rurales «quedan completamente destruidos», aseguran. «Hace unos años conseguimos que el Ajuntament arreglara el camino, pero el paso constante de estos vehículos ha provocado que ahora esté todavía peor que cuando lo arreglaron», lamentan mientras aseguran que durante la temporada estival pueden llegar a pasar grupos de buggies por la zona hasta seis veces al día, lo que significa «un mínimo de sesenta vehículos de este tipo cada día», denuncian.

Ante esta situación, los vecinos colgaron ayer por la mañana una pancarta de denuncia en las casas de la possessió que da nombre a Galdent en señal de protesta. Piden al Ajuntament de Llucmajor que restrinja este tipo de vehículos por los caminos rurales del municipio tal y como ha hecho recientemente Algaida. Además, también solicitan al consistorio que preside Xisca Lascolas que repare el camino de Galdent ante los destrozos que están sufriendo. «Además, denunciamos el estado de abandona de este camino, convertido en un vertedero de residuos», añaden. Las excursiones organizadas con buggies o quads se han puesto de moda en algunos municipios donde recorren caminos rurales como el de Llucmajor. Felanitx, Manacor o Artà, además de Algaida ya han puesto coto a este tipo de actividades.