Un gato en uno de los puntos de comida habilitados en Bunyola. | MOIXONS I MOIXONIES

TW
17

La asociación protectora Moixons i Moixonies de Bunyola lleva ocho años encargándose de las colonias de gatos del municipio. Y es que la sobrepoblación de estos animales es un problema histórico en Bunyola que en ocasiones ha llegado a suponer un riesgo para la salud pública. Aunque ahora la situación está «bastante controlada», según una de las integrantes de la junta directiva de la asociación, Inés Bennassar, desde el Ajuntament se sostiene que hay quejas semanales por la gran presencia de gatos en algunas zonas.

Actualmente, los puntos más conflictivos se sitúan a las afueras, ya que en el centro «hace años que el problema disminuyó considerablemente», asegura Benassar. Las calles de Caubet, de Sant Pere y la zona de alrededor del hotel de Es Corter Vell, son algunas de las más problemáticas y que generan las quejas de los vecinos, explica la regidora d’Associacions, Inmaculada Payeras. Desde la asociación se reconoce que los alrededores de la zona del Hospital Joan March, es otro punto «difícil de controlar, ya que muchos usuarios del centro o familiares dan comida a los animales pensando que hacen un bien», asegura Benassar.

Sanciones

Precisamente ante esta situación de desconocimiento de cómo se debe de actuar por parte de la ciudadanía, el Ajuntament está trabajando en una gran campaña de concienciación. Después, también se prevé ampliar el reglamento actual y añadir un capítulo de sanciones que se aplicaran a quienes no cumplan el reglamento. Cabe destacar que hay 27 colonias, que suponen un gasto anual de 30.000 euros para la asociación. La mitad del gasto corresponde a la castración de los animales -las cuales el Ajuntament paga una parte-. El resto, se gasta en la compra de comida, que se financia con donaciones altruistas de vecinos.