El barrio de los Molins de Inca padece un déficit histórico de plazas de aparcamiento. | Juanjo Roig

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El pleno del Ajuntament d’Inca aprobó en su última sesión una modificación puntual del PGOU que permitirá cambiar la calificación de una zona de ensanche y viario a sistema local de aparcamiento público. El objetivo es el de crear un espacio ubicado en la zona del barrio de los Molins en una serie de parcelas situadas en una isla delimitada por las calles Pota del Rei, Cabrit i Bassa y Ramón y Cajal que se utilizará como aparcamiento de hasta cien plazas y servirá para descongestionar el tráfico y solucionar los problemas históricos para encontrar sitio, especialmente en las entradas y salidas de los colegios cercanos.

Para poder llevar a cabo el proyecto, la modificación puntual aprobada por pleno detalla la necesidad de expropiar una serie de solares y derruir unas edificaciones existentes en la parcela más extensa y que se encuentran en estado de ruina. En las otras dos parcelas la modificación puntual solo afectará a la edificabilidad y a la profundidad edificable de los solares, sin afectar a las construcciones ya existentes. El informe determina que serán necesarios 1.025.175 euros para hacer frente a las expropiaciones y a la implantación del aparcamiento. El Ajuntament está pendiente de la resolución de las ayudas Next Generation porque este proyecto está incluido en las peticiones. Gran parte del barrio se encuentra clasificado como entorno de protección BIC, al estar en el área de influencia del Convent de Sant Bartomeu y esta circunstancia permite solicitar la ayuda europea.

Además de la creación de este aparcamiento, está en marcha la apertura de varias calles que permitirán una mayor fluidez. Es el caso de la prolongación de la calle Marjades y la conexión entre la calle Martí Metge y la calle Escorca hacia la Avinguda de Lluc, que permitirá una mayor fluidez del tráfico que generan las escuelas cercanas.

El informe municipal determina que en el barrio de los Molins hay habilitadas 41 plazas de aparcamiento en superficie, pero se pueden llegar a contabilizar casi cien vehículos estacionados. Este hecho demuestra que casi la mitad de coches están aparcados de forma irregular, sobre aceras, zonas verdes o líneas amarillas. También existen visuales urbanas a proteger, tanto por su valor paisajístico o patrimonial, y actualmente la configuración de los espacios públicos no tiene en cuenta estas visuales.