De hecho, a primera hora de la mañana técnicos del Ajuntament de Manacor han acudido junto al rector de Manacor, Mossèn Antoni Amoròs, a comprobar in situ la gravedad de los hechos. Allí, el rector de la localidad ha confirmado que, tal y cómo ya había adelantado ayer a Ultima Hora, «se desconoce la fecha exacta en la que ocurrió el derrumbes». Además, Amorós ha explicado que «ha afectado a tres de las cinco vueltas que tenía el templo. Concretamente las tres centrales, quedando en pie solo la de la entrada y la del altar» aunque matizó que «pese a que éramos conocedores de que la estructura presentaba algunas deficiencias no esperábamos una cosa similar, ya que además hace 4 años que se había revisado la estructura a causa de unas goteras», reconoció el rector, visiblemente afectado.
Antoni Amoròs también hizo hincapié en destacar que «por suerte, aunque hay daños materiales, ninguna figura se ha dañado» y expresó su deseo de poder recuperarlas «tan pronto como se pueda garantizar la seguridad para entrar». En este sentido Amorós contó que «sacaremos los Santos que hay en el templo para protegerlos de posibles lluvias o de otros factores externos». Y es que, pese a las primeras inspecciones, aún se deben estudiar las posibles soluciones ante este derrumbamiento.
«Ahora, los técnicos del Bisbat comprobarán la situación para poder garantizar la seguridad de forma inmediata. Después, se deberá definir la solución a largo plazo, aunque no tendremos la misma iglesia», sentenció Amoròs.
Fue un vecino quien se percató de un «extraño ruido» la tarde del miércoles. Éste avisó a otra vecina encargada de la vigilancia y mantenimiento del templo que fue quien dio la voz de alarma.
El oratorio de Son Negre está dedicado a San Antonio Abad y fue construido el 1878. El templo neorománico se estructura a partir de una planta de nave única, con cubierta de doble vertiente. El espacio está cerrado desde el pasado verano y solo abre en ocasiones puntuales como es la celebración de las Matines o las completes de Sant Antoni.
2 comentarios
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... qué contraste... en semana santa lloran como niños, moqueando al paso de las figuras, cantando saetas a voz en grito, que morirían por ellas... pero cuando hay un derrumbe, las dejamos a la intemperie, no vaya a ser que nos pille algún cascote...
Pfffffffffffffff