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Más papeleras en las zonas más transitadas por gente paseando sus mascotas, habilitar zonas donde poder encontrar bolsas de recogida o colgar carteles informativos por el pueblo recordando las obligaciones de los dueños de perros son solo algunas de las ideas que los alumnos del CEIP Sant Domingo de Es Llombards, en Santanyí, han propuesto llevar a cabo para conseguir un objetivo claro: acabar con los excrementos de perro en la vía pública.

«Hace tiempo que a Es Llombards tenemos la problemática que sufren muchos otros pueblos, nos encontramos excrementos de perro por las calles y zonas comunes», explicó el alcalde pedáneo de la localidad, Miquel Cabrer. Así, con la intención de hacer frente a este problema nació la campaña El teu ca és teu, Es Llombards és de tots. Una propuesta de concienciación ambiental ideada por los propios alumnos del centro educativo y que ya se está llevando a cabo.

Desde el Ajuntament se invitó al colegio municipal a trabajar juntos en este proyecto con el objetivo de «involucrar a la escuela con el pueblo y también de hacer partícipes a los niños de las decisiones y funcionamiento del Ajuntament, a la vez que se hace pedagogía tanto dentro de la escuela como fuera con los vecinos», matizó Cabrer.

Proyecto

Después de un tiempo trabajando en ello y una vez estuvieron las ideas definidas, desde el Ajuntament se escucharon las propuestas para poder hacerlas realidad y ponerlas en marcha.

Las calles del pueblo ya están bien señalizadas con carteles informativos. También se han repartido trípticos recordando las obligaciones de los dueños de animales o donde encontrar bolsas de recogida. Además, esta misma semana los alumnos salieron de las aulas para repartir también el material casa por casa. Puerta a puerta dejaron bolsas y botellines para limpiar los orines y recoger las excrementos y explicaron a los vecinos la importancia de mantener el pueblo limpio y la responsabilidad individual de cada uno para que así sea.

Sensibilizar a los más pequeños de los problemas medioambientales y hacerles partícipes de las soluciones supone asegurar un mejor cuidado del entorno en el futuro.«El problema de los excrementos de perros se hace aún más intenso con la llegada del calor, por lo que esperamos que este año, gracias a nuestros vecinos más jóvenes, el pueblo pueda respirar tranquilo y sin malos olores», concluyó Cabrer.