Montserrat Moza en el ensayo del acto en el mismo convento de Sant Vicenç Ferrer. | Cati Amores

TW
3

Un canto de la Sibil·la único, especial y acompañado de un concierto y no de matines. Es lo que preparan desde la nueva Asociació Cultural Font i Roig en el convent de Sant Vicenç Ferrer para la noche del 24 de diciembre. Un evento que devuelve a la ubicación este tradicional cántico después de 25 años. «Desde el año 1998 no se había vuelto a cantar la Sibil·la en el Convent, por lo que será un acto especial», señala Bàrbara Durán, musicóloga y encargada de poner la música al evento a través del sonido del restaurado órgano del Convent.

Y es que pese a que la idea de recuperar esta tradición vino de la mano de la nueva asociación cultural «y su estima por el patrimonio y su intención de crear red alrededor de esta fiesta», otra pieza clave en este resarcimiento ha sido la recuperación del órgano del Convent el año pasado «que ha motivado a continuar recuperando historia».

Noticias relacionadas

El acto se celebrará a las 24 horas «para no interferir con el resto de cantos y matines programados en el municipio» y aunque en el programa de fiestas se presenta como «Sibil·la alternativa» los organizadores coinciden en señalar que «sibil·la solo hay una». La característica que la hace única es que no se celebrará ninguna misa después sino que irá acompañada de un concierto. «Cabe destacar además que coincide con el que será el concierto número 100 del órgano desde su restauración», matiza Durán. «Además también recuperamos el registro del ruiseñor», aclaró.

El canto será interpretado por Montserrat Moza y Bàrbara Durán tocará el órgano. Con todo, un evento especial y único que no ha estado exento de polémica. El rector de la localidad, Antoni Amorós, hizo público su malestar por la organización de este acto y, aunque lo autorizó aseguró que «será el último año que autorice que se cante la Sibil.la de forma independiente y separada de la celebración de matines». En este sentido, Durán recuerda que «durante 400 años el canto de la Sibil·la estuvo prohibida en las iglesias», concluyó.