Las antiguas minas de lignito albergan una laguna de dos hectáreas, que se han convertido en un humedal rico en biodiversidad.

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Las antiguas minas de lignito del Pla de Mallorca, ubicadas junto a la carretera que une los municipios de Sineu y Maria de la Salut, podrían convertirse en una nueva área natural de la red pública de Baleares para usos recreativos y de educación ambiental. El Parlament ha aprobado una Proposición no de Ley (PNL) que insta al Govern a adquirir estas antiguas instalaciones que llevan décadas en desuso y cuya laguna central, con los años de inactividad se ha convertido en una zona húmeda y forestal con una gran presencia de aves y biodiversidad.

La iniciativa del diputado del PP y sineuer Pedro Álvarez constata que el espacio formado por las antiguas minas de lignito a cielo abierto y una cementera en desuso «está catalogado y forma parte del inventario balear de zonas húmedas y, según la fundación World Wildlife (WWF España) es un espacio de importancia biológica alta».

La idea que plantea el grupo popular y que ya ha sido aprobada en el seno del Parlament es crear en este entorno una nueva área recreativa en torno a la laguna artificial de las antiguas minas, con el objetivo de «ofrecer alternativas a la masificación de las áreas recreativas de Mallorca, principalmente las de la Serra de Tramuntana durante los fines de semana y festivos». La iniciativa considera que entornos naturales como el de ses Mines constituirían «una alternativa válida en la creación de nuevas zonas de ocio así como un polo de atracción de visitantes al Pla, una comarca mayoritariamente desconocida por la población en general».

cementera de Sineu

Un lugar con historia
Las antiguas minas de lignito, ubicadas junto a la carretera comarcal Ma-3510, tuvieron una gran relevancia para las poblaciones de Sineu y Maria, hasta el cese de la industria minera en Mallorca a mediados de los años 80 del siglo XX. De hecho, un monumento instalado recientemente recuerda la intesa actividad minera de la zona en épocas pasadas.

Propiedad de Endesa, los terrenos de las minas y de la cementera están cerrados desde entonces y con los años la naturaleza ha conquistado el antiguo espacio industrial. La zona que aglutina el Puig d’en Bou y Son Vanrell cuenta con una laguna de dos hectáreas que se ha convertido en el hábitat de distintas especies de aves, reptiles y pequeños mamíferos. También ha crecido flora autóctona como tamarindos y cárritx.

«Esta rica biodiversidad ha motivado la protección territorial de la zona, y junto con el atractivo que supone una zona húmeda en el corazón de Mallorca, son motivos para vincular el entorno de ses Mines con el ocio y la educación ambiental», apunta la iniciativa popular. La parcela donde se ubica la laguna está cercada con una rejilla, pero también «ha sido punto de encuentro del incivismo de algunos particulares», advierte la PNL del grupo popular. En ella, Endesa ha realizado proyectos de recuperación medioambiental del entorno de la laguna.

Finalmente, la propuesta insta al Govern a buscar la colaboración público privada o bien a adquirir directamente los terrenos para aprovechar este entorno y darle un uso público. No es la primera vez que el tema sale a debate. A finales del siglo XX, políticos locales y autonómicos de Balears ya plantearon la adecuación de este espacio para usos públicos. En 2003, el entonces alcalde de Sineu, Andreu Matas, planteó la idea de construir un albergue en el edificio principal, pero el Govern no compró los terrenos y el proyecto cayó en el olvido.