Se trata de la segunda intervención que pretende consolidar y mantener los restos. | Arqueoselva

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Un nuevo descubrimiento ha aportado mayor conocimiento sobre el poblado postalayótico que se consolidó en Selva durante la prehistoria. Con el inicio de la segunda fase de intervención arqueológica en el Turó Fortificat de Crist Rei, se ha descubierto que la muralla que cerraba el poblado tenía una anchura de hasta tres metros, una dimensión que «supera todas las expectativas».

Así lo explican los miembros de Arqueoselva, el programa cultural y arqueológico para la divulgación de la historia local, que se encarga de este proyecto y que arrancó a finales de noviembre. Tiene como objetivo «acercar la historia de Selva a los vecinos a través de una comunicación e interactuación constantes», explican fuentes autorizadas del Ajuntament. Las actuaciones que se están desarrollando ahora tienen dos objetivos. En primer lugar consolidar las estructuras, recolocando los bloques y asegurando su estabilidad para futuras generaciones.

Por otra parte, también se pretende mantener las tareas de limpieza de la vegetación, que se iniciaron el año pasado durante la primera intervención. Cabe destacar que durante esta primera fase de las actuaciones, se descubrieron grandes bloques de piedra que formaban parte de la muralla.

Ayudas

El alcalde de Selva, Joan Rotger, remarcó que «es fascinante pensar en este yacimiento postalayótico y actualmente poder admirara esta muralla que ha permanecido oculta durante siglos. Este proyecto permite recuperar nuestro patrimonio y ayuda a comprender mejor nuestra historia y cultura».

Cabe destacar que las actuaciones se han financiado con una subvención de 18.000 euros del Consell y que no se descartan intervenciones en otros yacimientos locales.