Imagen de archivo.

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Las intensas lluvias que dejó la tormenta ‘Betty’ el pasado fin de semana en Mallorca han afectado de forma diferente a las cosechas. Mientras algunos sectores como el de las hortalizas de verano lamentan pérdidas, en otros, como el de la aceituna esta agua ha caído como agua de mayo. Así, desde la Cooperativa agrícola de Sóller prevén recoger este 2023 entre 120 y 130 toneladas de oliva de taula mallorquina. Un incremento más que notable respecto a la temporada anterior que acabó con la recogida de una cosecha de solamente 20 toneladas.

«Los 100 litros que dejaron las precipitaciones del domingo en la Serra de Tramuntana han sido magníficos para la aceituna mallorquina», explica Miquel Gual, presidente de la Cooperativa. Y es que la falta de lluvias de estos últimos meses añadida a las altas temperaturas hacían presagiar un posible estrés térmico de los olivares, «si no llueve, los árboles buscan agua de donde pueden, empezando por las hojas y siguiendo por las aceitunas que se quedan completamente arrugadas. Según tarde en llover, ya no vuelven a hincharse», matiza Gual.

Sin embargo, en esta ocasión la meteorología permitirá que este año la cosecha de aceituna recupere los buenos resultados de hace cinco años. «Hacía años que no teníamos estas buenas previsiones», confirma Gual. Esto hará también que la recogida se pueda adelantar dos semanas, «a final del mes de septiembre ya podremos empezar la recogida», acaba.

Unas previsiones que comparten desde otras asociaciones como Asaja Baleares desde donde según explica Joan Deià, miembro de la junta directiva «septiembre es un mes clave para la aceituna, ya que se encuentra en su fase final y necesita agua por lo que lo ideal es que llueva en las próximas semanas, pero si no lo hace con las cantidades de agua registradas ahora, especialmente en la Serra de Tramuntana, serían suficientes».

Por su parte, Guillem Deyà, propietario de Can Det, expone que «no parece que el temporal haya perjudicado mucho al olivar, más allá de la caída de algunas ramas» y salvo que se produzcan algunos contratiempos, prevé que la cosecha de este año sea muy buena.

Desde conservas Rosselló, su gerente, Joan Ramis, también confirma que la zona de Felanitx tampoco ha sufrido daños importantes aún así recuerda que en su caso, «el fuerte calor ya había afectado a la floración y, posteriormente, el granizo dañó a parte de la aceituna cuajada».

Desde Sóller, no obstante, consideran que «la calor de estos meses ha permitido que la mosca del olivo no haya sido un problema, pues no se ha reproducido».