Arranca el Firó de Sóller. | Jaume Morey

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Tras unos días de incertidumbre por varios temores, finalmente se ha celebrado el Firó con la más absoluta normalidad. Por la mañana, antes del inicio del simulacro, se ha llevado a cabo la tradicional ofrenda floral en recuerdo de los sollerics caídos el nefasto día de Sant Ponç de 1561, el 11 de mayo, un suceso que ha marcado durante décadas la sociedad sollerica y la economía de sus arcas públicas.

Hace unos días, el historiador local Pere Frontera explicaba las penurias que había tenido que pasar en su vejez el sargento Soler, uno de los históricos protagonistas de aquella sangrienta jornada. Frontera recordaba que la Corte de Sóller de aquellas postrimerías del siglo XVI no fue capaz de abonar una pensión vitalicia fija a aquel veterano miliciano que tanto se había distinguido en la batalla. El municipio estaba arruinado debido al saqueo sufrido y todavía no se había recuperado de la pérdida de decenas de vecinos. Pero todo esto es historia. Este lunes ha sido un día de gloria, como si esto y muchas cosas más aún no hubieran ocurrido.

A las tres de la tarde, después del repique de campanas alertando de la cercanía de naves corsarias, las pageses se han reunido en la plaza dispuestas a todo. Les han acompañado todos los personajes infantiles y las Valentes Dones (Esperança Oliver y Maria Magdalena Mestre) han invitado a todas las mujeres concentradas a no tener miedo y a enfrentarse también al enemigo. A la concentración femenina ha seguido la llegada de los pagesos y bandolers, y ya ante toda la milicia, el Capità Angelats (Guillem Coll Plaza) ha arengado a las tropas, finalizando con el grito de «A la lluita, sollerics!». Angelats estaba rodeado de sus hombres y de los jefes llegados de pueblos vecinos. Su lugarteniente, el citado sergent Soler (Joan Far); el virrey Ramon de Rocafull (Joan Jaume Marquès), y los capitanes de Santa Maria (Pep Toni Martínez), de Bunyola (Tomeu Coll Plaza) y de Alaró (Marc Martínez Magraner).

Durante este preludio de la batalla, un grupo de bandoleros, armados con trabucos, ha irrumpido en el recinto y ha ofrecido su ayuda a cambio del indulto de sus fechorías, ayuda que posteriormente, según las crónicas, sería decisiva para la victoria final. En este momento ya se han hecho las primeras descargas de trabuco, utilizándose para ello el espacio especialmente reservado en cumplimiento de la nueva normativa de armas.

Batallas

A partir de las 17 h. el escenario se ha trasladado al Port donde tuvo lugar la primera batalla en la playa de Can Generós. Más de 800 corsarios han irrumpido en la arena, donde ha tenido lugar una espectacular batalla en la que prácticamente todos los personajes históricos se han querido batir a hierro y sangre contra su jefe, Ulutx Alí. Siempre dentro de lo previsto en el programa y ante un numeroso público, a lo largo de la tarde se han ido sucediendo las escaramuzas que, sobre las 19 h. han llegado al Camp de Sa Creu para un nuevo enfrentamiento sobre el Pont d’en Barona.

Pero el desenlace final del día ha llegado sobre las 20:30 cuando una parte de las tropas invasoras han irrumpido en la plaza para entregarse al saqueo y la rapiña, a golpes de cimitarra y alfanje y a tiros de espingarda. En este caso, también las armas de fuego han tenido que utilizarse en los espacios previamente habilitados.

En esta fase, el simulacro se ha convertido en un gran espectáculo que no finalizará hasta las 21:30. Poco antes, después de una primera victoria de los turcos, las tropas reagrupadas de Angelats han irrumpido en la Plaza para la batalla final que ha terminado con la victoria sollerica. La proclama de la Victoria y el canto de la Balanguera en una plaza abarrotada de gente, ha puesto punto final a un espectacular Firó que ha acabado sin incidentes destacados.