La presidenta del Govern, Francina Armengol, visitó este viernes la zona junto al conseller Miquel Mir y el alcalde de sa Pobla, Llorenç Gelabert. En el entorno del torrente se ha utilizado un tratamiento pionero que ya se ha implantado en la Albufera de Valencia y que consiste en eliminar la caña invasora, extraer los rizomas y colocar una tela negra para evitar que el rizoma vuelva a crecer.
Cuatro kilómetros
Esta actuación en el torrente de Siurana es la última que se ha llevado a cabo en el proceso para lograr que el agua procedente del torrente de Sant Miquel acabe desembocando en s’Albufera. El presupuesto de esta operación ha sido de 56.758 euros y está incluida en las tareas de mantenimiento que se han llevado a cabo en casi 4 kilómetros de la zona, de los que cerca de 900 metros están incluidos en el Parc Natural. Las operaciones comenzaron en febrero de 2022 con una quema controlada de la caña invasora en la zona del Pont de Ferro, también en sa Pobla.
El conseller de Medi Ambient y la directora general de Recursos Hídrics, Joana Garau, mostraron su satisfacción por los resultados de las tareas realizadas. Mir confirmó que «la experiencia valenciana aplicada aquí ha servido para preservar un espacio emblemático como s’Albufera de Mallorca y mejorar así la aportación de agua, además de recuperar los bosques de ribera propios de la zona».
Desde Medi Ambient se ha resaltado que el proyecto de restauración ambiental se ha realizado «siguiendo los criterios establecidos en las cláusulas ambientales del contrato de mantenimiento de torrentes para minimizar los efectos perjudiciales en la biodiversidad del entorno. La presidenta Armengol destacó «el trabajo que ha hecho el Govern para proteger las zonas húmedas, porque mantenerlas en óptimas condiciones supone una acción muy potente para luchar contra el cambio climático».
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Malvada caña invasora, seguro que encima no habla catalán.