TW
0

La celebración del día de la patrona de Sencelles, Santa Águeda, unió este domingo a los sencellers y a una veintena de devotos oriundos de dos pueblos de la Península donde también se venera a la patrona de las mujeres. Este domingo, después de un largo y vistoso oficio religioso que llenó la iglesia de Sant Pere por completo, el grupo de inmigrantes que llegaron de Sorihuela del Guadalimar (Jaén) y de Povedilla (Albacete) y sus descendientes recibieron un tributo del Ajuntament y de la parroquia por sumarse cada año a esta celebración, y ellos respondieron recitando una poesía dedicada a la santa.

Pero la festividad de Santa Àgueda tiene protagonistas femeninas. Como es tradición, el alcalde, Joan Carles Verd, y las autoridades presentes, entregaron una ensaimada y una botella de cava a la vecina de Sencelles más mayor y a la más joven. Esperança Ramis Serra, quien en agosto cumplirá 99 años, sorprendió a todos al caminar con agilidad hasta la butaca que le habían preparado. Con una lucidez envidiable, agradeció a los vecinos del pueblo donde nació y ha pasado toda su longeva vida, el cariño recibido. Y no dudó en sostener en su regazo a la sencellera más joven, Emma Roig Salas, de apenas un mes, que dormía plácidamente ajena a los aplausos.

Tras el convite con degustación de las mamelletes de Santa Àgueda - que por primera vez no se pudieron elaborar en Sencelles al haber cerrado todos los hornos tradicionales - la fiesta continuó con un vistoso desfile de carrozas. Las comparsas derrocharon imaginación en este anticipo del carnaval.