Las deficiencias son cada vez más peligrosas. | Michel's

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A pocas horas de iniciarse la ‘Encesa de Torres’ por los derechos humanos, uno de los elementos patrimoniales que se ha sumado a esta convocatoria se encuentra sumido en un estado de degradación constante. La torre de defensa de Cala en Basset, ubicada en Sant Elm, lleva años deteriorándose sin que las instituciones hayan llevado a cabo ninguna actuación definitiva. Esta fortaleza fue construida en 1583, integrándose en el sistema defensivo de atalayas que se construyeron entre los siglos XVI y XVIII. Fue declarada bien de interés cultural (BIC). Ofrece unas espectaculares vistas al mar y es uno de los puntos favoritos de los excursionistas.

Desde 2017, diversas asociaciones han denunciado ante el Ajuntament d’Andratx y Patrimoni del Consell la situación. El año pasado visitaron este espacio, con motivo de la ‘Encesa’ más de 200 personas. Las deficiencias son muchas, con el peligro que supone para los visitantes. El Ajuntament ya hace tiempo que precintó el acceso a la azotea de la torre y al aljibe. La torre está abierta y se sube a la terraza desde el interior mediante una cuerda. La pared que la rodea se ha caído y la garita también y el suelo se va hundiendo por el exceso de humedad acumulada. El desprendimiento de un trozo de la parte superior hacia el acantilado incrementa la inseguridad. En su interior, las pinturas vandálicas se acumulan.

Los vecinos solicitan que el Ajuntament tome una serie de medidas para que al menos durante la jornada del sábado la Policía Local ponga algún tipo de indicación, advertencia, barrera o cinta para que los participantes no suban a la torre. Otras torres de su categoría han terminado perdiendo parte de su estructura o desmoronándose, pese a las denuncias existentes, como es el caso reciente de la torre de Cap Blanc que se encuentra ubicada en el municipio de Llucmajor.