El antiguo hotel Tucan se demolió en 2010. Se vendió el solar a la cadena hotelera Sant Michel con el objetivo de hacer pisos de lujo. Empezaron a construirse pero luego las obras se paralizaron ya que estaba fuera de ordenación. El Ajuntament ahora demolerá esta estructura.    | Assumpta Bassa

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El solar que acogía el antiguo hotel Tucan de Cala Rajada (ubicado frente a la iglesia parroquial) se convertirá en una plaza pública. Actualmente este espacio está ocupado por un edificio inacabado que tenía que acoger pisos de lujo, propiedad de la cadena hotelera Sant Michel. La obra está paralizada desde hace años ya que se encontraba fuera de ordenación. Ahora el Ajuntament de Capdepera ha firmado la compra por 2,1 millones de euros. El paso siguiente será la demolición de la estructura.

El alcalde de Capdepera, Rafel Fernández destacó que «el edificio no cumplía normativa urbanística y la obra no se podía acabar sino se subsanaban deficiencias, por ello la propiedad decidió vender». Aunque en un principio la promotora pedía 4 millones de euros, tras varias negociaciones, Ajuntament y propiedad, llegaron a un acuerdo. Según explicó el alcalde, los 2,1 millones se pagarán en varios plazos. Así    cuando se llevó a cabo la  firma de la estructura, a principios de este mes, se abonaron 600.000 euros. En los presupuestos de 2023 se han destinado 400.000 euros y el resto se pagará 550.000 euros en 2024-2025.

La demolición del inmueble será financiada con una subvención de la bolsa del Consorci d’Allotjaments Turístics de 750.000 euros. El Ajuntament añadirá 150.000 euros para ejecutar los dos proyectos: derribo y reurbanización. Fernández explicó que «habrá una nueva zona urbana. Una parte se dedicará a plaza con mobiliario y zona verde y otra para aparcamiento público».

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En 2010 se llevó a cabo la demolición del antiguo hotel Tucan, un establecimiento emblemático de Cala Rajada. Con esta adquisición se rebaja la presión urbanística en el centro de Cala Rajada y residentes y visitantes contarán con un nuevo espacio público.

Esta operación ha recibido el visto bueno, salvo pequeñas puntualizaciones, de los diferentes grupos en la oposición. Todos coinciden en señalar la importancia de acabar con la imagen negativa que suponía un edificio sin acabar en plena zona turística, además de destacar la necesidad de contar con más aparcamientos públicos.

El alcalde manifestó que una vez que se haya llevado a cabo el proyecto los «beneficiados serán los vecinos y residentes que contarán con un nuevo espacio urbano en una zona donde hay mucha actividad comercial y de restauración».