El conseller insular de Promoció Econòmica i Desenvolupament Local, Jaume Alzamora, y la directora de Artesania, Marta Català, han visitado centros de trabajo artesanal, como tejares y talleres de cerámica.

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La artesanía ha sido uno de los sectores económicos que más ha sufrido las consecuencias de la pandemia de COVID-19, debido al parón de dos años en los que los artesanos no han podido asistir a ferias y mercados, su principal fuente de ingresos. Para tratar de impulsar la resiliencia y modernización de la artesanía, el departamento de Promoció Econòmica i Desenvolupament Local del Consell ha adjudicado, en su última convocatoria, un total de 100.000 euros en ayudas que han beneficiado 50 artesanos y a cinco asociaciones del sector.

Desde 2019, el departamento ha destinado 473.000 euros a distintas líneas de apoyo a la artesanía, que han llegado a 256 artesanos y a 14 asociaciones relacionadas. El conseller de Promoció Econòmica i Desenvolupament Local, Jaume Alzamora, destaca que «hemos podido constatar que la artesanía ha incrementado su productividad y competitividad gracias a la innovación, la incorporación de las TIC y una mayor orientación de sus negocios hacia la comercialización del producto».

En ese sentido, estos avances han dado pie a la incorporación de nuevos perfiles profesionales que pueden influir en la economía de Mallorca. También se han convocado los Premis d’Artesania, cuyo plazo de inscripción finaliza hoy, con una dotación de 32.000 euros. La directora insular de Artesania, Marta Català, considera que es un sector clave «y debemos garantizar su futuro y su proyección como revulsivo económico y transformador». En el conjunto del Estado, los artesanos representan en torno al 2,4 por ciento del PIB industrial y un 0,4 por ciento del PIB total.

Técnicos del área de Promoció Econòmica i Desenvolupament Local son los responsables de acreditar la producción artesanal en Mallorca mediante la expedición de la carta d’artesà. «Es la certificación oficial en Mallorca para las personas que ejercen un oficio artesanal con unos conocimientos y prácticas adecuados; y la carta de mestre artesà da prestigio a estos profesionales y a sus productos», añade Alzamora.

Un producto local de Mallorca no puede especificar en su etiquetado que es artesanal, si no se dispone de esta acreditación. En los últimos cuatro años, han obtenido la carta 90 nuevos artesanos, y este mes se valoran otras 35 solicitudes. El Consell de Mallorca ve en el sector artesano el potencial necesario para «impulsar la transformación económica a través de la calidad, exclusividad y singularidad de sus productos».

Punto de vista
Maria Nadal

Con valor añadido

Maria Nadal

Los artesanos crean productos con valor añadido: no hay dos piezas iguales. En un mundo globalizado, es de agradecer que haya personas que hagan de su profesión algo especial y único. Con sus productos se gana en calidad en las ferias y en los pueblos donde están presentes, las ferias se convierten en un reclamo, como las que se han celebrado este septiembre en Sineu y que han sido un éxito. Lo mínimo que pueden hacer las administraciones es apoyarles.