Iniciadas las obras de reforma de la antigua fábrica de Pepsi en el Pont d’Inca

La rehabilitación del edificio supone un primer paso dentro del plan de consistorio que dirige Miquel Cabot (PSOE) para convertir el Pont d’Inca en el «epicentro sociocultural del municipio». Y es que a la reconversión de la antigua embotelladora de Pepsi hay que añadir el trabajo que tiene en marcha el consistorio para restaurar también el edificio de la Refinadora, ambos proyectos enfocados como espacios socioculturales de referencia y ligados a la música y el arte. A ello se deben añadir los proyectos también socioculturales que se han puesto en marcha en esta zona como puedes ser la inauguración el año pasado de la nueva sede de la Escuela de Música de Marratxí en el primer piso de las antiguas oficinas de la fábrica de bebidas y, en la planta baja, se fijó la sede de la Banda Municipal de Música del municipio.

Edificio con historia

En 2018, la planta embotelladora echó el cierre después de 56 años de historia y de embotellar refrescos. La historia de la planta se remonta al año 1963 cuando la empresa de refrescos vasca Kas empezó su andadura de la fábrica en el Pont d’Inca. Aunque no fue hasta el mes de marzo del año siguiente, en 2019, cuando la multinacional anunció la donación del edificio del Pont d Inca al Ajuntament de Marratxí, con la condición que este se destine a iniciativas educativas, recreativas o socioculturales en beneficio de la comunidad. Esta premisa se ha seguido y se mantiene en los proyectos del actual Consistorio.