Los agricultores de Sóller y Fornalutx ya llevan varios años avanzando la recogida de aceituna (un la foto una imagen de archivo). La cooperativa pidió a sus asociados que iniciasen la cosecha unas tres semanas antes de lo habitual. | Lluc Garcia

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La persistente sequía que afecta desde la pasada primavera el valle de Sóller ha puesto en peligro la casi totalidad de la cosecha de olivas de Sóller y Fornalutx, hasta el punto que casi toda la cosecha se perderá si no llueva en los próximos días. La Cooperativa de Sant Bartomeu ha dado la voz de alarma y estima que si las precipitaciones no llegan en los próximos siete días peligra toda la cosecha y, por lo tanto, la producción de aceite de oliva que se elabora con la variedad mallorquina, que se cultiva mayoritariamente en el valle. Las elevadas temperaturas que soportan las zonas de olivar de la Serra de Tramuntana desde hace meses y la falta casi absoluta de lluvias han alarmado a los productores.

El presidente de la entidad agrícola, Miquel Gual, ha mostrado su preocupación por esta situación. Gual ha explicado que, a causa de las pésimas condiciones meteorológicas persistentes, la aceituna «se ha marchitado en los árboles por falta de agua y, a menos que llueva muy pronto, se caerá toda». Esta semana (hasta ayer) aunque ha habido lluvias torrenciales en algunas zonas de la Isla, tampoco no ha llovido ni una gota en la zona, a lo que se ha sumado el viento cálido que ha provocado la caída de numeroso fruto, incluso en zonas del Valle donde todavía aguantaba bien en el árbol. Gual ha explicado que «estamos en septiembre y en la zona de cultivo las temperaturas diurnas han alcanzado los 37 grados, mientras que por la noche las mínimas han sido muy elevadas, unas condiciones muy malas para la buena maduración del fruto».

Ante esta situación de elevadas temperaturas y déficit hídrico, el mes pasado la Cooperativa ya pidió a sus socios que avanzaran varias semanas la recogida de la aceituna verde, porque el estado de maduración estaba avanzado. Pero finalmente las esperadas precipitaciones de finales de agosto no llegaron y el fruto se ha deshidratado rápidamente, por lo que se teme que no se pueda elaborar apenas aceite. De hecho, los técnicos de la entidad ya auguraron para este año una campaña «escasa» con una producción inferior al 50 % de la temporada anterior. Cabe decir que las cifras de las últimas campañas pronosticaban ya una tendencia a la baja en cuanto a la rentabilidad de la aceituna. Desde la campaña 2017-2018, en la que se recogieron 100 toneladas del fruto, la producción ha ido menguando de forma gradual y desde la campaña 2019-2020, en la que se registraron 25 toneladas, no se ha alcanzado de nuevo esta cifra.

Según Gual, la cooperativa de Sóller no prevé modificar el precio que anunció que esta temporada pagaría a los productores, ya que las variedades arbequina y picual cultivadas con riego en el Pla y el Llevant pueden salvar la temporada del aceite con Denominación de Origen.

Punto de vista
Francesca Marí

Un mal endémico

Francesca Marí

Los negacionistas del cambio climático -que los hay- pueden tomar buena nota de la situación que se vive en los olivars de la Serra. Perder toda la coseña de aceituna no es cuestión banal ya que la micro economía de algunas familias depende de ello. Las explotaciones    de olivos en regadío del Pla y el Llevant salvarán la temporada y tendremos aceite D.O. , pero los pequeños agricultores de Sóller quedarán tocados.