Hace unas semanas corrió como la pólvora una imagen de una caravana de buggies en el Puig de Sant Salvador de Felanitx. Estos vehículos también se han visto por la playa de s’Algar, un espacio protegido. El Bloc per Felanitx pidió su regulación y tuvo el apoyo del resto de partidos | Gori Vicens

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Primero fue Artà, después Manacor y, por último, Felanitx quienes han tomado acciones para poner fin a las excursiones con quads que se realizan en espacios naturales con el objetivo de preservar el medio rural y la red de caminos de los municipios. Mientras que los dos primeros municipios ya cuentan con una ordenanza municipal para poner coto a estas actividades, el tercero aprobó por pleno un acuerdo para exigir su regulación. Ahora, encabezados por el alcalde de Manacor, Miquel Oliver, instan al Govern y Consell, a través de la FELIB, que se apruebe una normativa autonómica o, al menos, insular para poner fin a este tipo de actividades en el suelo rústico y espacios naturales.

Oliver trasladó su propuesta al presidente de la FELIB, Antoni Salas, «para que se haga un pronunciamiento conjunto para pedir que estas actividades se regulen como mínimo a nivel insular. Salas vio la propuesta con buenos ojos y ahora lo terminaremos de perfilar en cuanto termine el verano. Queremos una normativa para todos».

Marco legal

El alcalde de Manacor defiende la necesidad de este nuevo marco normativo para que todos los municipios estén amparados bajo una regulación común y no con ordenanzas municipales varias. «La ordenanza municipal que aprobamos en Manacor nos permite actuar en nuestro municipio y preservar la red de caminos rurales, pero si se ponen limitaciones en Manacor, los organizadores de excursiones las harán por Son Servera o Sant Llorenç. Necesitamos un marco insular», defiende Oliver.

La nueva ordenanza de Manacor se asemeja en gran medida a la que se aprobó en Artà. En el texto se indica que es competencia de la Policía Local velar por el cumplimiento de la norma, que contempla multas de hasta 500 euros tanto para los conductores de los quads como para las empresas que alquilan estos vehículos que participan en las excursiones.

La circulación de vehículos a motor queda totalmente prohibida en los espacios naturales así como también la realización de itinerarios turísticos con estos vehículos, ya que los caminos no están preparados y los espacios naturales se pueden degradar en gran medida. En el resto de vías que no discurren por zonas calificadas como espacios naturales se debe solicitar una autorización previa en el Ajuntament para poder circular. La velocidad máxima será de 30 kilómetros por hora excepto los tramos en los que la señalización vertical u horizontal regule otra velocidad.

La aprobación de esta norma legal llegó a Artà y a Manacor después de detectar un gran incremento de estas actividades en los municipios. Los ayuntamientos afectados denuncian que las excursiones con quads provocan muchos desperfectos en las zonas naturales y caminos rurales. Por esta razón, las ordenanzas también contemplan, además de las multas, que los infractores deben restablecer el medio a su estado anterior.

Punto de vista
Francesca Marí

Hasta en la sopa

Francesca Marí

Ya sé que Mallorca vive del turismo, que es el motor económico de la Isla y que todos, directa o indirectamente, vivimos de ello. Aunque el concepto ‘sostenibilidad’ todavía parece que no lo tenemos muy claro ni se pone en práctica. Hace años que los políticos hablan de encontrar un ‘equilibrio’ pero la balanza siempre de decanta hacia el turista y no hacia el ciudadano. Ejemplo de ello es que los quards o buggies campen a sus anchas por Fora Vila, espacios naturales de la costa o incluso el camino hacia el santuario de Sant Salvador.