El Consell quiere comprar en septiembre la vieja central catalogada. | Elena Ballestero

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El Consell de Mallorca ha enviado a varios ingenieros especializados a la finca de la vieja central eléctrica de Alcanada en Alcúdia para que hagan una valoración del coste real que tendrá la descontaminación de los terrenos. Sospecha que el precio de la descontaminación reflejado en el contrato por el que Endesa vendió la propiedad al grupo inversor internacional Gingko (24 millones de euros) es muy superior al coste real de la descontaminación. Gingko pagó a la eléctrica solo 300.000 euros por la finca teniendo en cuenta que la obligación de descontaminar el suelo es un gravamen que recae sobre la nueva propiedad.

Cabe recordar que el Consell aprobó el 29 de junio de 2022 en pleno ejercer el derecho de tanteo sobre la antigua central térmica diseñada por Ramon Vázquez Molezún (medalla de oro de la arquitectura). Quiere así evitar que quede en manos extranjeras y garantizar su protección. El departamento insular de Patrimoni acordó recientemente incoar el expediente para proteger el complejo industrial (también el poblado de los trabajadores de Gesa diseñado por Josep Ferragut) como un Bien de Interés Cultural. El Consell planea finalizar el proceso de compra a principios del mes de septiembre.

«Ante la posibilidad de que la propiedad del bien catalogado quedara en manos de una empresa de fuera de Mallorca, Endesa nunca lo tenía que haber vendido», dijo entonces la presidenta del Consell, Catalina Cladera, muy comprometida en el proceso. Cladera está convencida de que «debe de ser el Consell el que, junto al resto de administraciones públicas, lidere la reconversión de esta zona estratégica ligada a la historia de Alcúdia, pero también de toda Mallorca. Es una reconversión largamente reivindicada». Antes de que Endesa vendiera las instalaciones al fondo internacional Gigko (especializado en la descontaminación y reconversión de suelos contaminados) el Ajuntament d’Alcúdia había conseguido el apoyo del Govern, del Consell y del resto de ayuntamientos del Nord de la Isla para desarrollar un proyecto de transformación económica y energética que, basándose en la descarbonización del mar y la economía azul, lidere a nivel europeo la descarbonización del Mediterráneo.

El proyecto, que recibe el nombre de Alcúdia Tech Mar, se financiará con los fondos europeos Next Generation y con una línea de fondos paralela destinada a reindustrializar territorios en los que cierran centrales térmicas. Es el caso de Alcúdia un municipio que durante los últimos 70 años ha estado ligado a la industria de la energía, primero en la central de Alcanada y desde hace 34 años en la central de Es Murterar. Es Murterar ya ha cerrado dos de sus grupos principales y, como central térmica, tiene muy límitadas el número de horas de funcionamiento anual. Cuando el segundo cable eléctrico (en fase se proyecto) conecte la península con Mallorca tendrá que cesar definitivamente su actividad.