El vertido de residuos de obras ha incrementado en los últimos meses. Además, también ha aumentado la presencia de restos de obra en fincas. En la imagen superior Iván Sevillano.

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La Conselleria insular de Mobilitat i Infraestructures ha recogido, en un año, 702,19 toneladas de residuos de construcción ilegalmente vertidos en las carreteras y arcenes del Consell de Mallorca. La mayor parte de estos residuos son procedentes de la construcción. Desde el departamento de Mobilitat i Infraestructures, que dirige el conseller Iván Sevillano, se detectó una tendencia al alza de los vertidos ilegales, por eso a partir de noviembre de 2021 decidió crear dentro de su ámbito de gestión de incidencias una categoría de vertido de residuos de la construcción y demolición (RCD) con el fin de poder dar una respuesta rápida a todas las incidencias. De esta forma, durante los últimos meses, se ha identificado un aumento progresivo de los vertidos ilegales en las vías de Mallorca.

Es por ello que Sevillano quiere hacer un llamamiento a la responsabilidad cívica y social. Puntualiza que «las carreteras de Mallorca no son vertederos ni estercoleros. Es importante que todas las empresas y la ciudadanía utilicen las vías legalmente establecidas para el depósito de residuos, por el bien de todo el mundo y por una Mallorca más limpia». El conseller Sevillano añade que «se trata de una cuestión de respeto medioambiental, del entorno, e incluso una cuestión de paisaje y convivencia. Las carreteras de Mallorca no son vertederos de escombros».

Desde el Consell señalan que el protocolo que se realiza, por parte del personal del Servei d’Explotació i Conservació, cuando se localiza un vertido de la construcción, es generar un expediente de denuncia que es trasladado a la Guardia Civil para que inicie las acciones necesarias. Una vez la Guardia Civil lleva a cabo sus diligencias y da su autorización, si no es en contra, se procede a la inmediata retirada de los residuos después de haber interpuesto la pertinente denuncia.

Hay que recordar que las sanciones por arrojar este tipo de basuras en las vías públicas son elevadas. Sevillano indica que «debemos hacer un llamamiento a la responsabilidad cívica y social». Además recuerda que los residuos procedentes de la limpieza de carreteras son asimilables a residuos urbanos y se gestionan a través del gestor autorizado, TIRME. Por el contrario, los residuos de construcción y demolición se gestionan a través de MAC Insular. A ello también hay que añadir otro método de vertido de escombros utilizado por los incivicos. Se trata de verter los residuos de obra dentro de las fincas colindantes con la carretera. De esta manera debe ser el propietario del terreno el que debe hacerse cargo de los escombros. Una situación de estas fue la que denunciaron un grupo de vecinos de Algaida hace unas semanas en este periódico.

Punto de vista
Juanjo Roig

Multas con publicidad

Juanjo Roig

Varios municipios se han puesto muy serios con los vertidos de escombros y basuras descontrolados. Uno de ellos es sa Pobla, que casi cada semana publicita en redes sociales los incívicos cazados y anuncia la sanción a la que se enfrentan. Quizá esta podría ser una buena idea para el departamento de Mobilitat del Consell y, además de localizar a los autores de los vertidos, podrían sacarles una foto junto a sus basuras mientras aguantan un cartel con el importe de la sanción.