Recuperan cerámica. Lo que más extraen    son restos de cerámica y restos óseos de animales, aunque también se llevan alguna que otra sorpresa, como éste botón de hueso. Esperan que salgan más. | Gori Vicens

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¿Qué esconde el subsuelo de la Naveta II? Este es el objetivo que se han marcado los arqueólogos voluntarios que durante este mes de julio excavan en el yacimiento prehistórico de los Closos de Can Gaià, en Portocolom. De momento -explican- están sacando mucha cerámica (vasos y vajilla de cocina) y mucha fauna, principalmente restos de oveja y cabra. Los trabajos se centran en el interior de la Naveta II, una de las zonas que hace más años que tienen abierta y sin terminar. Lo compaginan con el exterior de esta zona. Intentan encontrar vestigios del Bronce Medio (época de las navetes) «porque todo lo que hemos encontrado hasta ahora aquí es de la época talayótica a pesar de ser dentro de las navetes; por ello queremos saber cómo se comporta el subsuelo, ¿qué hay?», explica Tomeu Salvá, uno de los codirectores y artífice de las excavaciones en este poblado.

Este año se cumplen 27 campañas de excavaciones y, después de dos años de pandemia, intervienen con más fuerza que nunca. En vez de tres semanas como era habitual, éste año son cuatro, con una media de entre 20 y 30 personas cada quincena, o sea, que este verano pasarán por Closos unos 50 arqueólogos, estudiantes y voluntarios.

El exterior

Además de la Naveta II, es muy importante saber cómo se comportaba la gente en el exterior, en los aledaños. «Delante de la naveta tenemos una serie de estructuras que se alargan y que nos hacen intuir el que ya sabíamos: que fuera se hacía mucha vida», explica Salvà. Además, «muchas cosas que hasta ahora no habíamos podido comprobar porque la Naveta I estaba muy arrasada por cultivos de época bizantina y musulmana, posiblemente aquí lo podamos averiguar. La época prehistórica se conserva bastante bien», comenta.

Terminado el mes de excavaciones en el terreno, en invierno sigue el trabajo para los investigadores, en las tareas ‘de laboratorio’, inventariando, clasificando y analizando todos los restos encontrados. Esto permitirá saber más datos de cómo vivían nuestros antepasados en Portocolom hace más 3.000 años.

Durante este mes, los voluntarios se hospedan en el colegio de la localidad y algunos hoteleros (hotel Cala Marsal, JS Cape Colom y la cadena Inturhotel) se encargan de su manutención y de parte de la logística. En el poblado excavan a diario con turnos de mañana y tarde. Les gusta recibir visitas de gente interesada en el proyecto.

Para el día 30 de julio se ha programado una jornada de puertas abiertas, que este año tendrá una vertiente reivindicativa para seguir reclamando al Govern balear la reactivación del importante proyecto de Parque Arqueológico. En el transcurso de la jornada, se dará a conocer el número de firmas que se han recogido y en qué punto se encuentra.