Un buen número de turistas se acercaron hasta Porreres para conocer el albaricoque y sus derivados.

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La escasa producción de albaricoques obligó a adelantar la Fira de l’Albercoc a este sábado, pero no por ello la muestra quedó huérfana de interés. Muchos visitantes se acercaron hasta Porreres para poder conocer, degustar y comprar albaricoques y productos elaborados con esta fruta que da inicio al verano. Durante la mañana los más pequeños fueron los protagonistas al participar en un taller de dibujo infantil. Por la tarde también tenían su espacio ya que a las 17 horas el Xef Pipa realizó un taller de cocina para familias. Más tarde el mismo protagonista ofreció un espectáculo infantil. Pero mientras tanto las distintas paradas reunidas, este año sí, en la plaza de la Vila, ofrecían los albaricoques locales acabados de recoger del árbol.

Desde la Cooperativa de Porreres, entidad organizadora del acto junto al Ajuntament, la gerente Esperança Mora indicaba que «al final hemos tenido un poco más de frutos de los que esperábamos. Así la feria será más vistosa». A las ventas del dulce fruto le acompañaban cocas o ensaïmades de albaricoque, confituras, helados e incluso mojitos.

Pero además la oferta gastronómica de las paradas de la feria se unieron un total de 11 establecimientos del pueblo, pastelerías, bares o restaurantes que tenían en sus cartas platos en los que destacaba el albaricoque. Una pizza con albaricoque, hamburguesa con confitura o frito vegano con tofu y albaricoques eran algunas de las propuestas. Este año tampoco faltó la decoración de calles o espacios del pueblo con la temática del producto estrella. Una decoración que siempre tiene premio.