El periodista Andreu Quetglas es una autoridad sobre el Constancia. | Curro Vieira

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El periodismo corre por la venas de Andreu Quetglas (Inca, 1944) desde siempre. Su vocación por aprender y transmitir a los demás lo aprendido no tiene límites. Ha firmado en prácticamente todos los medios importantes que durante décadas ha tenido la Isla, pero como buen inquer, su pasión siempre ha sido el Club Deportivo Constància, un equipo del que atesora una cantidad ingente de información que supone una ayuda inestimable para compañeros del gremio y que pronto cristalizará en un nuevo libro sobre el club.

¿Cómo surge la relación con el Constància?

—Comenzó desde muy niño, por uno de mis hermanos, Pedro Quetglas, que era directivo del Club. El Constància jugaba en Tercera división y desde el bar Matías se fletaban autocares para ir a ver los partidos por la Isla. Esta afición fue precisamente la que me llevó al ámbito del periodismo.

¿Cuáles fueron sus primeros pasos en ese mundo?

—Comencé en una revista de Barcelona. Después pasé a Mallorca Deportiva, que se editaba los lunes. Eran los años 60 y hacía mis primeros pinitos en publicaciones como esta Mallorca Deportiva o Semana Deportiva. A partir de aquí fui profundizando en la profesión y trabajando en la práctica totalidad de los medios de las Illes Balears, básicamente en el ámbito de la prensa deportiva. A nivel nacional incluso he colaborado con Marca, Sport o Mundo Deportivo.

¿Cuándo comenzó a recopilar información sobre el Constància de una manera tan concienzuda?

—Cuando mi hermano despertó en mi la afición por el fútbol en general y por el Constància en particular, fui recogiendo fotografías, carteles, periódicos de décadas anteriores, anotando datos y estadísticas.

¿Cuál fue, según su opinión, el mayor hito del club en su época dorada?

—Sin duda, el de 1944, cuando se jugó el ascenso a Primera División en un partido con el Deportivo de la Coruña, jugado en el campo del Madrid. No lo logró, pero tengo todas las fotografías de aquel día, que recientemente he donado al Club.

¿Cuándo se dio cuenta de que este archivo tenía importancia por encima de la mera afición?

—Mi archivo no se limita al Constància, también al baloncesto, a los toros, a la actividad religiosa, militar, etc. Mi pasión siempre ha sido en general Inca, reunir información sobre su día a día y su historia y ha llegado a tener importancia por su variedad y extensión. Creo que tengo información sobre cualquier hecho ocurrido en la ciudad desde hace décadas. He organizado numerosas exposiciones sobre aspectos importantes de la historia de Inca, como sobre el centenario del cuartel General Luque, la Coronación de Santa Maria la Major, etc.

¿Ha pasado el club por muchos momentos complicados a lo largo de su historia?

—Hubo años muy irregulares, como la temporada 68–69, recién descendidos a Tercera, en la que hubo tres presidentes, tres entrenadores y el propio Ajuntament tuvo que terminar haciéndose cargo del equipo. Se logró salvar la categoría, pero se terminó decidiendo no seguir participando en Tercera y pasar a categoría Regional. Hubo años en su trayectoria en que incluso no se pudo jugar por falta de fondos. Los altibajos han sido muchos.

¿Cómo ha surgido la idea de dedicar otro libro a la historia del Club Deportivo Constància?

—Ya edité en el año 1982 un volumen sobre el club, siendo presidente de la entidad Jordi Cerdà. Fue un encargo de este y recogía a modo se síntesis todos los datos de la historia del club. Este próximo libro será muy distinto, desglosado año por año, temporada por temporada, con clasificaciones, plantillas, resultados, jugadores o equipo técnico. Se recogerán también curiosidades como las sedes sociales que ha tenido la entidad, el listado completo de presidentes y entrenadores. Hay datos poco conocidos, como que el Constància es el equipo que, por detrás del Mallorca, ha jugado más en Segunda División, por delante del Baleares, o el primero que jugó en los campos del Madrid y del Barça en partido oficial.

¿Qué significa hoy por hoy el Constància para la sociedad inquera?

—Han pasado los años. Hasta la temporada del 67–68, que fue la última temporada en Segunda División, era un icono de Inca que se paseaba por toda España. Era considerado un equipo fuerte e histórico. Ahora Inca no valora en su justa medida lo que significa la historia del Constància, mucha gente solo lo conoce como equipo pequeño, como escuela de fútbol, pero no saben que tuvo gran importancia a nivel nacional.