Los regidores Oses y Caballero observan cómo se retira uno de los báculos más dañados.

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Probablemente pocos inquers hayan reparado en dos báculos de farola que se encuentran situados en las esquinas de la plaza de Orient. Se trata de dos elementos incluidos en el anterior catálogo de patrimonio del municipio (1998) y que se encuentran en el perímetro de protección de la iglesia parroquial y la rectoría, declarada BIC. Los dos báculos son unos de los últimos vestigios de la primera iluminación pública de la ciudad y fueron instalados el mismo día de la inauguración de la plaza, en 1928.

Ahora el Ajuntament d’Inca, a través del área de Patrimoni que dirige el regidor Andreu Caballero, ha comenzado la restauración de estos dos elementos. Las tareas las llevará a cabo la conservadora y restauradora Silvia Jovani. Además de la rehabilitación de los dos báculos está previsto que ambos vuelvan a disponer de sistema de iluminación.

Para ello se ha retirado de su ubicación el más dañado para proceder a la restauración que consistirá en una limpieza generalizada del tratamiento de hierro forjado para seguidamente continuar con una limpieza con alcohol para retirar restos y facilitar la siguiente fase en la que se imprimará y se aplicarán dos manos de pintura específica para hierro forjado y exterior de la misma tonalidad y acabado que el original. El otro báculo se tratará en la misma plaza. La reubicación del báculo retirado se realizará con los mismos materiales originales.