El historiador Miquel Pieras explica detalles del panteón Torrandell al alcalde y los regidores Oses y Caballero.  | Juanjo Roig

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El cementerio de Inca data de 1820 y en su interior se encuentran varios elementos patrimoniales protegidos de los que no se tenía la información completa.

El Ajuntament d’Inca ha encargado al historiador local Miquel Pieras la revisión y actualización de las fichas del catálogo del camposanto para blindar su valor patrimonial.

Para ello se basó en el libro La mort a Inca, que publicó su padre, el cronista y archivero honorífico Gabriel Pieras, y su propio trabajo de campo. Entre las once fichas del catálogo destacan construcciones, como el panteón de Magí Marqués, cuyo autor fue el arquitecto Josep Ferragut, Hijo Predilecto de Mallorca conocido por el edificio de Gesa o la Porciúncula.

Otro elemento que llama la atención es el panteón del presbítero Antoni Janer y que es el más antiguo del cementerio. Tanto el panteón de la familia Marqués como el de Janer cuentan con un grado de protección A1, el más alto en el catálogo municipal. Existen también una serie de panteones funerarios que siguen el patrón creado por José de Oleza en la década de los cuarenta del siglo XX y que continuó Francisco de Oleza.

El panteón de Magí Marqués, diseñado por Josep Ferragut.

Las estelas funerarias, monumentos monolíticos coronados por una cruz, son también un fiel reflejo de la antigüedad del cementerio, pues se han localizado estelas datadas en 1844 hasta 1922. En la ficha patrimonial se recomiendan tareas de mantenimiento y conservación teniendo en cuenta que su grado de protección es A2.

Las fichas se completan con los panteones de la familia Torrandell y la familia García-Carrasco, así como el panteón militar, las esculturas de ángeles, la capilla y las lápidas.