Vista general de la arteria principal del centro de Campos, desde primeras horas de la jornada lleno de gente ansiosa de disfrutar de la feria.  | Pedro Aguiló Mora

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Tras dos años sin ferias de ningún tipo, las gentes de Campos salieron este jueves en tropel a las calles del pueblo para disfruta de la Fira d’Octubre.

La más tradicional de todos los eventos de estas características que se celebran en el municipio y que sigue guardando un espíritu muy familiar, ya que al celebrarse en día laboral la mayoría de visitantes son vecinos campaners y parece que ninguno quiso ayer quedarse en su casa. Desde primera hora de la mañana, las calles que forman la arteria principal del callejero –Plaça, Convent y Santanyí– eran un hervidero de gente que, debido a la dificultad de guardar distancia de seguridad, sólo se despojó de la recomendada mascarilla para cargar pilas en la Granja Ses Voltes, el Café La Torre o en Sa Canova. «A Campos berenam de frit», recordaban a modo de lema algunos ilustres vecinos que también se apuntaron, dependiendo del gusto de cada uno, al frito de sang, cordero, safarnària (zanahoria morada), porcella, marisco o verdura ofertados en los mencionados ‘paladares’, y en muchos de los casos rematado con el consabido rebentat de Amazonas, canya rossa o Tres Caires, el preferido del poeta Damià Huguet.

Tras el proteínico almuerzo llegó el momento de pasearse por las diferentes espacios del Mercat Matancer para hacer acopio de enseres y productos para el inminente inicio de la temporada de la matanza del cerdo, este año libre de restricciones y demás limitaciones. Como es tradicional, fueron numerosas las personas que pararon en el puesto Ca Na Mel para adquirir greixoneres y jarras de barro, elemento indispensable en toda matança. Quienes a estas alturas ya han fulminado la perxa del año pasado, en el tenderete de Embotits Artesans Coll pudieron cubrir con solvencia el déficit de sobrasadas botifarrones y camaiots. Entre los puestos de Maria Orell y Toni Coll, en el de la bodega Dalt Turó, la concurrencia halló refresco en un chato de buen callet.

El apunte

El helado de sobrasada y miel de Golafre causa sensación

Una de las sensaciones de esta Fira d’Octubre fue el helado de sobrasada, miel, base de leche Agama, nata y azúcar de uva que elabora la heladería artesanal Golafre. Durante todo el día, decenas de personas guardaron debida cola ante el puesto de Carolina Miguel y Damià Rigo Gual para saborear tan original elaboración propia.