Uno de los puntos débiles de la playa es la constante pérdida de arena año tras año. | Assumpta Bassa

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El Govern estudiará en profundidad la playa de Cala Millor para afrontar los riesgos del cambio climático y diseñar un plan de acción de cara el futuro. El objetivo es analizar la morfodinámica de la playa, saber en concreto la zona desde donde se pierde la arena, identificar, cuantificar y prever los procesos físicos que tienen lugar en la playa y los factores que los inducen.

Desde el Consorcio de Cala Millor, integrado por los ayuntamientos de Sant Llorenç, Son Servera y la asociación hotelera, desde hace años se exige a la Demarcación de Costas un proyecto de regeneración integral para esta playa que , año tras año, sufre graves pérdidas de arena. No hay que olvidar que es uno de los principales atractivos turísticos de la zona.

Desde el 2005 la playa de Cala Millor está monitorizada por parte del Sistema de Observación Costero de les Illes Balears (SOCIB). Por estos datos científicos que se conocen año tras año, y por ser una playa urbana, ha sido seleccionada por la Conselleria de Transició Energètica en la iniciativa ‘Costes pel Canvi’, para participar en este proyecto pionero.

La playa será objeto de un estudio profundo sobre los efectos del ascenso del nivel de mar y el clima marítimo. Este plan tendrá una gran importancia ya que posteriormente servirá de modelo y podrá ser replicado en cualquier playa del Mediterráneo. Así lo explicó a este periódico el director general d’Energia i Canvi Climàtic, Pep Malagrava. «Ahora se tienen unos datos de esta playa pero queremos ir más allá. Con el estudio previsto se ampliará la resolución de la foto. Tendremos una información más completa y muy valiosa».

Desde el Govern se han puesto en contacto con el Consorcio de Cala Millor que ha acogido la iniciativa con mucha expectación. El director de Canvi Climàtic explicó que «se trata de ver la dinámica de esta playa. Es urbana, tiene muchos hoteles y un paseo marítimo. Con el estudio se podrá ver hasta donde llega el nivel del mar y en función de los resultados se actuará en uno u otro sentido».

Se trata de un proyecto a largo plazo, que podría ser una realidad en dos años. Ahora hay que buscar la financiación. «Intentaremos que se financie con fondos europeos. Lo más importante es que se trata de un proyecto replicable a cualquier playa urbana del Mediterráneo. Es un proyecto además que tiene el consenso de todos los actores sociales. Será una herramienta muy útil para ver donde va perdiendo la arena». La primera fase será el estudio de la morfodinámica y el oleaje. Una segunda fase sería el planteamiento de como llevarlo a cabo y en tercer lugar llegaría la fase ejecutiva.