Las máquinas ya trabajan en Alcúdia sobre la arena y se instalan las sombrillas. | Elena Ballestero

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Comienza la cuenta atrás para el inicio de la temporada de baño en Alcúdia. Los operarios municipales trabajan desde hace dos días en la ‘siembra’ (así la llaman los hamaqueros) de las sombrillas en la playa larga.

Está previsto instalar, como ya se hizo el año pasado, una tercera parte del stock que se utilizaba en los años prepandémicos. Eso permitirá garantizar las distancias de seguridad entre los usuarios de la zona de sombra sin robar espacio libre en la zona de baño.

Certificadas

Cabe recordar que Alcúdia fue el primer municipio de España que superó en junio de 2020 la auditoría COVID. La auditora internacional SGS certificó como seguras las nueve playas del municipio. Se realizó un estudio a fondo de la capacidad de las playas con el objetivo de fijar aforos y cerrar los accesos en caso de masificación. Se intensificaron los trabajos de desinfección, en hamacas, sombrillas, el mobiliario urbano del paseo e incluso de la arena.

La planificación permitió, además, dejar un corredor sanitario de 10 metros en la orilla (cuatro más de lo que recomendaba entonces Sanidad).

Todos estos protocolos se repetirán este año a sabiendas de que el servicio municipal será deficitario. «La temporada pasada cerramos con una recaudación de 180.000 euros cuando un año normal recaudábamos dos millones», dice el regidor de Platges Domingo Bonnín.

Las tarifas, de 6,5 euros por hamaca siguen congeladas este año.