Javier de Andrés y Verónica Paradela visitaron ayer Raixa junto al director insular de Medi Ambient, Josep Manchado. | Pedro Aguiló Mora

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Javier Alejo Ayllón, Verónica Paradela y Javier de Andrés conforman el estudio de arquitectura ganador del concurso de ideas para la transformación de una parte de las dependencias de la finca pública de Raixa en un refugio de montaña, que se integrará en la red de albergues que motea la Ruta de Pedra en Sec. Un proyecto que también prevé la rehabilitación de otro edificio (integrado en el conjunto arquitectónico que conforma la possessió a la que el cardenal Despuig otorgó en el siglo XVIII el esplendor hoy recuperado) que acogerá la futura escuela de margers y un espacio dedicado a la formación agroforestal.

Tras hacerse con las riendas del proyecto promovido por el departamento insular de Sostenibilitat i Medi Ambient del Consell de Mallorca, institución propietaria del legendario predio, Pradela y De Andrés visitaron ayer la finca para conocer de primera mano los espacios donde actuarán en los próximos meses: unos antiguos y enormes establos que acogerán las dependencias destinadas al descanso de los senderistas, y un edifico agrícola anexo a la almazara de la finca (ya totalmente restaurada) que será destinado a la formación de las próximas generaciones de canteros de Mallorca. En una charla mantenida con este diario, Javier de Andrés apunta que, pese a coliderar un despacho de arquitectura con sede en Madrid, cuenta con una estrecha vinculación con nuestra geografía. «Vengo cada año a la Isla y ya conocía Raixa de antemano». El conocimiento de este espacio casi mítico (no en vano acogió a principios de los años 80 el rodaje de la adaptación cinematográfica de Bearn, obra cenital del escritor Llorenç Villalonga) empujó a estos jóvenes arquitectos a volver a presentarse a un concurso de ideas en Mallorca, y a la cuarta ha ido la vencida. «Es un privilegio poder actuar en este espacio», confiesa De Andrés.

El estudio Ayllón, Paradela y De Andrés no sólo está avezado a trabajar en proyectos en el ámbito mediterráneo, sino también a hacerlo en entornos declarados Bien de Interés Cultural, como en el Baluarte de la Bandera y el centro de interpretación de las Murallas Reales de Ceuta, o en el arrabal andalusí de la Arrixaca y el yacimiento arqueológico del Jardín de San Esteban en Murcia. Como allí, en Raixa les moverá un mismo y claro afán: «Recuperar vestigios del pasado para construir el futuro».