En 2015 el Govern ya realizó una solicitud formal al Ministerio. | Lluc Garcia

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El Ministerio de Medio Ambiente prevé aprobar en breve la creación de la reserva marina de Tramuntana, una reivindicación del sector pesquero y náutico de Sóller que hace años que llegó a un consenso, también con el Govern balear, para la creación de esta zona protegida.

El secretario de la federación de cofradías de pescadores, Antoni Garau, ha confirmado que el Ministerio le ha notificado extraoficialmente este esperado visto bueno a la protección del sector marino próximo a Sóller. Por su parte, el Govern balear también ha recibido la noticia desde el Gobierno central, de la misma forma que ha llegado a colectivos directamente relacionados con el proyecto.

La reserva marina de Tramuntana nació como una demanda del Club Náutico de Sóller que, en el año 2008, inició una campaña de reivindicación, aunque inicialmente se preveía que la reserva se limitara a algunas hectáreas alrededor del islote de S’Illeta.

Anterior legislatura

La cofradía de pescadores del Port reclamó una reserva mucho mayor que permitiera la recuperación de los recursos pesqueros en la zona, esquilmados por sobre-explotación y presión pesquera recreativa. Finalmente el Govern presentó en 2015 una solicitud formal al Ministerio, ya que se trata de la protección de aguas exteriores, que son de competencia estatal.

A la espera de que se den a conocer los detalles del proyecto concreto que pretende aprobar Madrid, las fuentes consultadas tienen constancia de que se aprobaría la propuesta que realizó originalmente el Govern que abarca una extensión marítima que va desde Ses Puntes y S’Illeta (Sóller) hasta el Morro d’en Llobera (Escorca). Según el informe que en su momento presentó el Govern la reserva tendría varias zonas con diferentes grados de protección a fin de permitir usos náuticos, recreativos y de pesca profesional.

Extensión

Además, también se protegería integralmente un área para la recuperación de la biodiversidad marina. En total la zona que propuso el Govern balear en 2015 abarcaba una superficie marina de 5.000 hectáreas.

Si finalmente se autoriza desde Madrid lo que se pactó entre los colectivos afectados y el Govern, en base a estudios técnicos de la Direcció General de Pesca, la protección de esta área supondría que la presencia de peces en la zona podría aumentar en pocos años entre 5 y 20 veces a la que hay actualmente.