Una de las cajas se ha colocado en el tejado de la iglesia.

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El Ajuntament de Santanyí ha declarado la guerra a las palomas. Desde hace un mes, aproximadamente, el vigilante rural del municipio, Damià Obrador, ha instalado jaulas para capturar estas aves que provocan molestias a los vecinos y cuyas defecaciones ensucian calles, plazas e importantes elementos patrimoniales como la iglesia.

Obrador explica que «se trata de palomas salvajes que se instalan en las casas abandonadas y con las pajareras, que se han colocado en los tejados de varias viviendas y de la iglesia, se quiere poner fin a la sobre población de este animal». En este mes se han capturado unas 100 aves en diferentes puntos de Santanyí, Calonge, s’Alqueria Blanca y es Llombards.

Con esta acción, además de poner fin a la suciedad que provocan estos animales y a la sobre población de palomas en los casos urbanos, también es importante retirarlos «porque contaminan el agua que se recoge de los tejados», según el vigilante rural.

La acción se lleva a cabo gracias a un convenio de colaboración con Natura Parc, que acude a recoger los animales y los gestiona.

Obrador indica que las jaulas estarán instaladas hasta que se capturen palomas y pide a los propietarios de las casas vacías que permitan la colocación de estas cajas en los tejados para facilitar la captura.